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Desde que surgieron los teléfonos celulares y aún hasta en nuestros días en que su masificación es desmesurada, son diferentes los mitos que rondan sobre la relación entre éstos y la salud del ser humano, pues se piensa que son causantes de ciertas enfermedades, pero ¿qué tan cierto es esto?

Una de las mayores preocupaciones se concentra en la “radiación” que generan estos aparatos, pues los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC por sus siglas en inglés) han confirmado que cualquier teléfono célular o inalámbrimo emite ciertos niveles de radiación de radiofrecuencia; sin embargo, ni este organismo, ni la Organización Mundial de la Salud han confirmado que este tipo de radiación sea la causante de enfermedades o males en el cuerpo humano, aunque tampoco ha sido descartado.

De acuerdo con los CDC, no existe “certeza si la radiación de radiofrecuencia de los teléfonos celulares puede causar problemas de salud años más tarde”.

Por su parte, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado la radiación de radiofrecuencia como un "posible carcinógeno humano", lo que apuntaría a que este factor puede ser peligroso derivado del uso del teléfono celular.

Actualmente, tanto especialistas de los CDC como la OMS se encuentran realizando investigaciones para descartar o encontrar certezas sobre el vínculo entre los problemas de salud con el uso del teléfono celular.

No obstante, algunos otros organismos advierten sobre los riesgos que representa el uso constante y cercano de un teléfono celular.

Recientemente, el Departamento de Salud Pública de California, EU, está tomando medidas para limitar la exposición de las personas a la energía de radiofrecuencia para prevenir los posibles riesgos a largo plazo que esta se cree puede generar al organismo.

De este modo, proveyó ciertas medidas que los usuarios de un teléfono pueden realizar para evitar mayores riesgos:

- Debido a que las ondas de radiofrecuencia se magnifican cuando se envía un mensaje o se realiza una llamada telefónica, se recomienda alejar el teléfono en esos momentos a unos 30-40 cm del cuerpo y/o hacer uso de los manos libres para evitar pegar el aparato a la cabeza por tiempos prolongados.

- Limitar la cantidad de uso del celular cuando hay una señal débil, ya que en ese momento el dispositivo busca aumentar la potencia para recibir las llamadas o mensajes amplificando el nivel de radiación de radiofrecuencia.

- Disminuir la cantidad de llamadas y su duración.

- Evitar dormir con el celular debajo de la almohada o a un lado de la cabeza.

Como se dijo anteriormente, aunque no esta 100% comprobado que exista algún riesgo en el cuerpo humano derivado del uso del celular, existen algunos estudios que lo vinculan con algunos problemas de saludo. Mira en nuestra galería algunos de los riesgos que podría causar el uso del teléfono a nuestro organismo.

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