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Fiona Chrystall comía dos platos de cereal de fibra al día, en sus días buenos, muchas veces no comía ni bebía nada, afirma una mujer irreconocible si se miran las fotos de su reciente pasado, en el que era víctima del terrible padecimiento de anorexia.

Su batalla con la enfermedad comenzó a los 11 años y no fue sino hasta que cumplió 18 que comenzó a superarla, ahora a los 25 es un ejemplo de salud y fuerza.

Pesaba apenas 30 kilos en su punto más crítico, y su familia veía casi con resignación como la chica iba desapareciendo en aquel cuerpo tan delgado.

Lo que la salvo, según le dijo la peleadora de 25 años a fue pelear consigo mismo, y no de forma simbólica. Un día llegó casi por accidente a una clase de lucha en la universidad y sintió que ese deporte era para ella.

Chrystall es peleadora amateur de la MMA y tiene esperanzas de que se convertirá en profesional muy pronto.

Aunque la atleta reconoce que la batalla con la anorexia nunca se deja del todo “Sigo teniendo esos pensamientos, pero en lugar en donde puedo asumirlos con lógica”.

La historia de la peleadora se ha hecho viral luego de un post que compartió en su cuenta de Instagram en donde compara su cuerpo a los 18 con el que tiene ahora a los 25.

De acuerdo con Laura Moretti, especialista en nutrición del Hospital de Niños de Boston los atletas son más susceptibles a sufrir desórdenes alimenticios debido a su altamente competitiva actividad. Sin embargo, Fiona Chrystal asegura que fue el deporte el que le cambió la vida.

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