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Pedir dulces el día de Halloween es una de las experiencias más divertidas para los niños, pero se deben seguir algunas medidas de seguridad para evitar poner en peligro a los integrantes más pequeños de la familia.

El elemento más importante de la temporada es el disfraz, pero los atuendos de los niños muy pequeños deben tener accesorios cortos, suaves y flexibles, para que no puedan lastimarse al momento de caminar con ellos.

Si el disfraz estará complementado por maquillaje, primero pruebalo en una pequeña área para detectar posible irritación en la piel y al momento de ir a dormir, retiralo totalmente para que no afecte a los menores.

Las máscaras, zapatos y todos los elementos de los disfraces deben ajustarse bien al cuerpo de los pequeños para evitar que tengan problemas de visión, tropiezos y caídas en la calle.

Aunque algunos disfraces se ven más terroríficos con lentes de contacto, nunca los uses en los niños, pues pueden provocar lesiones oculares graves, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Para prevenir riesgos al momento de pedir dulces en la calle, una buena opción es colocar cinta reflejante a los disfraces para que los automovilistas puedan identificar mejor la presencia de personas.

Siempre camina en grupo sobre las banquetas o lo más alejado posible de los autos y no te acerques a velas encendidas. Lo mejor es llevar una linterna para ser visible a los demás y poder alumbrar el camino de los niños.

No olvides siempre tomar de la mano a los pequeños, mirar a ambos lados antes de cruzar la calle y utilizar cruces peatonales.

Checa en la galería de arriba algunos consejos para lidiar con el consumo de dulces en los niños durante Halloween.

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