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Gatos negros, esqueletos colgando, brujas, duendes y calabazas. Dulce o truco en fiestas espeluznantes.

La tradición de festejar Halloween en la Casa Blanca comenzó en 1958, cuando la primera dama Mamie Eisenhower decoró por primera vez el recinto, invitando a las esposas del personal a un almuerzo en el comedor estatal.

Con la llegada de los hijos de John F. Kennedy, las fiestas de Halloween aparecieron como eventos privados de la familia presidencial, amigos y empleados.

Durante la administración de Nixon, cobró un nuevo significado, ya que se incluía más a la sociedad. En 1969 se organizaron varios eventos públicos. Resalta una fiesta en la Casa Blanca a la que asistieron niños del programa Widening Horizons. En 1971, la primera dama Patricia Nixon se vistió de gitana y recibió a niños de la Escuela de Salud y Hospital para Niños Enfermos C. Melvin Sharpe. Perros, payasos y chimpancés entretuvieron a los abuelos y nietos adoptivos durante la fiesta organizada por Tricia Nixon Cox en 1972.

Amy Carter tuvo suerte de cumplir años en fechas cercanas a Halloween, por lo que en 1977 realizó una fiesta temática con sus amigos. Entre otras actividades, viendo la versión original de Frankenstein. Para 1978, Carter organizó una fiesta con los miembros del staff que eran bienvenidos por un Jack O´- Lantern gigante.

En 1983, tras regresar de un viaje corto a Camp David, el presidente Reagan llegó a casa con la sorpresa de una calabaza tallada con una leyenda que decía “Mantener el rumbo”.

George H. W. y Barbara Bush fueron anfitriones de una "fiesta fantasmal" a la que asistieron al rededor de 600 estudiantes de South Lawn en 1989.

No se olvida el memorable disfraz de James y Dolley Madison que utilizaron los Clinton durante su celebración en 1993. Fiestas de disfraces en ocasiones compartidas con el cumpleaños de la primera dama eran la tradición anual de la familia.

Con George W. Bush, ni las mascotas se salvaron de ser parte del evento. Niños disfrazados pasaban por la Casa Blanca gritando dulce o travesura. Para dar un discurso, Bush se presentó con una calabaza que tenía tallada su cara.

Siendo su primer año de administración en 2009, Barack Obama organizó un gran espectáculo. Esqueletos tocando trompetas, personajes en esferas entreteniendo al público. Niños de escuelas locales iban por sus dulces y el evento se celebró en honor a las familias de militares. Con excepción de 2012, Halloween se celebró cada año a lo grande con esta familia.

En 2017 Trump convirtió la Casa Blanca en una casa de espantos. Calabazas talladas con las caras de presidentes anteriores decoraban los jardínes. Telarañas, arañas y vampiros cubrían la entrada.

Las leyendas de fantasmas comenzaron en 1860 con un trabajador que hacía de todo en la Casa Blanca que decía haber visto a los fantasmas de Lincoln, Grant y Mc Kinley. Creía que ese edificio albergaba espíritus y el ático estaba tomado por el diablo.

Se han escuchado historias de ancianos canosos, doncellas vestidas de blanco y niños. Dicen que se escuchan ruidos, que se ven luces extrañas y en ocasiones hasta sientes a alguien tocar tu hombro.

Seguro que pasar una noche de brujas en la Casa Blanca ha de ser una verdaderamente terrorífica experiencia.

Visita la galería y encontrarás a los presidentes que han hecho de éstas fechas una increíble tradición.

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