Las prisiones en y México comparten algunas características, pero también tienen grandes diferencias para los presos, especialmente en penales de máxima seguridad.

De acuerdo con el último informe del (Inegi), la infraestructura penitenciaria de México se compone por 317 centros, de los cuales 15 son penales federales, 251 son estatales y 51 están especializados en adolescentes.

Según el Censo Nacional de Sistema Penitenciario Federal y Estatales 2022, en el país hay 220 mil 419 personas presas, y el 15 por ciento se encuentra en cárceles del Estado de México.

En el caso de Estados Unidos, la población carcelaria es de un millón 204 mil personas, según la Oficina de Estadísticas de Justicia (BJS).

¿Cómo son las cárceles en México?


Diversas organizaciones de protección a los derechos humanos han alertado que los presos en México viven en condiciones de hacinamiento, pues las cárceles están al máximo de su capacidad. Algunos presos comparten celda con más de 15 personas.

Además, en los penales falta atención médica adecuada y los familiares deben llevar los alimentos para que los presos puedan comer.

Un estudio de la revista de la Fundación Friedrich Ebert, señala que los otorgan cada ve menos artículos básicos como ropa, cobijas, zapatos y productos de higiene personal.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dentro de los penales, los presos sufren de robo de objetos personales, lesiones, extorsión, amenazas y hostigamiento sexual.


Gran parte de los internos deben pagar a los custodios por tener acceso a agua potable, medicamentos, cama y cobijar.

Los penales en México son administrados por el gobierno federal y las administraciones estatales, así que sus recursos provienen del erario.

Aunque supuestamente tienen inhibidores de señal instalados, en los centros federales y estatales se han encontrado cientos de celulares que los presos usan para cometer delitos como extorsión.


Diferencias entre las prisiones en Estados Unidos y las de México


El penal más seguro de México es el del Altiplano, en el Estado de México, que tiene paredes reforzadas de al menos un metro de espesor. Además, cuenta con sistemas de seguridad como circuito cerrado, control de acceso, detectores de explosivos y sensores de presencia y telefonía.

Además, está restringido el espacio aéreo y las comunicaciones en un radio de 10 kilómetros. La mayoría de los penales mexicanos, incluido el del Altiplano, sufren de falta de custodios.

Aunque es la prisión más segura del país, el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán logró escapar de ella en 2015, en un túnel que tardó varios meses en construirse.

Una de las prisiones más seguras de Estados Unidos es Supermax, apodada como el Alcatraz de las Montañas Rocosas, en Colorado. Estas instalaciones, donde ahora se encuentra “El Chapo”, tienen puertas de acero controladas a distancia.


Los presos están en sus celdas durante 23 horas al día, con la luz encendida todo el tiempo, con una cama de concreto. Las paredes están hechas para evitar la comunicación entre internos y no hay ventanas.

También tiene torres de vigilancia donde se encuentran francotiradores preparados para disparar si alguien intenta escapar.

En Estados Unidos la mayoría de lasy el gobierno federal les paga a los dueños de las cárceles por cada recluso que albergan.

Mientras la seguridad en las prisiones estadounidenses es mayor, sus presos sufren igual que en México por los tratos abusivos



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