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Más de un siglo después del hundimiento del Titanic, un personaje subsiste en la memoria de la gente, “La Insumergible Molly Brown”, una mujer acaudalada que viajaba en primera clase del trasatlántico cuando ocurrió la tragedia en la que muchos perdieron la vida, pero Brown consiguió sobrevivir
Su tenacidad y entereza quedo demostrada en el naufragio, pero esta data de mucho tiempo atrás.
Margaret Tobin Brown nació en Hannibal Misouri el 18 de julio de 1867, hija de una familia humilde, salió de su hogar apenas cumplido los 18 años a buscar fortuna en Colorado, en donde se encontraban sus hermanos varones.
En Colorado se vivía la fiebre del oro y muchos se estaban haciendo ricos, Margaret se casó con James Brown, y al poco tiempo este encontró una veta de oro y Los Brown pasaron a formar parte de la aristocracia.
Pero la buena fortuna no logró que Molly como la comenzaron a llamar se olvidara de los más necesitados y comenzó a trabajar en campañas en favor de las mujeres, los niños y los propios mineros, empleados de su marido.
Gracias a la fortuna del marido, Molly viajó por Europa y se enamoró de Francia. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Brown participó junto con otras mujeres estadounidenses como enfermera voluntaria curando soldados heridos, por lo que más tarde recibió La Legión de Honor.
En 1912, Molly ya separada de James Brown viajó a Francia para visitar a su hija y con esta luego recorrió Egipto en donde escuchó sobre el primer viaje del Titanic para el mes de abril.
Durante su estancia en Egipto, una vidente le advirtió de que no se hiciera a la mar porque corría peligro y para protegerse, Molly le compró un amuleto de jade, que supuestamente le daría suerte.
El 10 de abril junto a 1,317 de pasajeros y 885 miembros de tripulación, Molly Brown subió al Titanic que partía del puerto de Southampton rumbo a Nueva York.
Al momento del naufragio la noche del 14 de abril, Brown se encontraba en su camarote leyendo cuando alguien le aviso que el barco había chocado con un iceberg y debía salir. La mujer se vistió y en una bolsa puso 500 dólares y el talismán, pero dejó sus libros, costosos atuendos y un collar valuado en 352 mil dólares.
Antes de subirse a un bote salvavidas, Molly ayudó a otras mujeres con niños a ponerse a salvo y no fue sino hasta el sexto bote en el que encontró lugar.
Su fama como superviviente de la tragedia del Titanic la convirtió en figura nacional en Estados Unidos, y con los años su leyenda de ser una mujer a prueba de naufragios le ganó el sobrenombre de “La Insumergible Molly Brown”
En Denver Colorado, su casa se convirtió en museo y de este te compartimos algunas imágenes.