"Más caliente que el Sáhara". Los termómetros seguían este lunes al alza en Europa occidental, donde se esperan récords de calor en Francia y el Reino Unido, mientras los bomberos continúan su lucha contra los incendios en España y Portugal.

La ola de calor es la segunda registrada en menos de un mes en Europa, en plena campaña turística estival. Para los científicos, la multiplicación de estos fenómenos es consecuencia directa del cambio climático.

"Se espera un calor especialmente intenso, no una típica ola de calor de verano", explicó a la AFP François Gourand, meteorólogo de Météo France, cuando el oeste de Francia se encuentra en "alerta roja".

Las temperaturas podrían situarse entre 38 ºC y 40 ºC y, según este servicio meteorológico, zonas del suroeste podrían vivir "un apocalipsis de calor" con hasta 44 ºC. Brest, en el extremo occidental, batió su récord local con 35,8 ºC.

Al otro lado del canal de la Mancha, el Reino Unido también se prepara para récords de calor. El mercurio podría superar el martes los 40 ºC, por primera vez en su historia. El actual récord son los 38,7 ºC del 25 de julio de 2019.

Holanda y Bélgica decretaron la "alerta naranja" el martes, al esperarse temperaturas próximas a los 40 ºC pero sin batir récords de calor.

"Más caliente que el Sáhara", titulaba el lunes el tabloide The Sun. Las escuelas de varias zonas de Inglaterra cerraron y, ante posibles perturbaciones por el calor, varias compañías de trenes llamaron a no viajar lunes y martes.

Algunos visitantes y lugareños buscaban afrontar el tórrido lunes en Tankerton, una localidad costera a unos 80 kilómetros al este de Londres.

"Sí, lo disfrutamos, pero nos preocupan los efectos. Así que tratamos de ser sensatos, beber mucho y mantenernos a cubierto", dijo a la AFP Ceri Sherlock, en una de las playas locales.

Las autoridades británicas decretaron el máximo nivel de alerta, el 4, por el riesgo que corren incluso las personas jóvenes y con buena salud. Se aconseja hidratarse, evitar exponerse al sol y vigilar a las personas vulnerables.

La presente ola de calor ya causó víctimas en España, donde se espera este lunes la última jornada con hasta 42 ºC en regiones del norte como el País Vasco y Navarra, según la agencia de meteorología Aemet.

El domingo, un hombre de 50 años murió por un golpe de calor en Torrejón de Ardoz, a las afueras de Madrid. Un día antes, un operario de limpieza de 60 años falleció en la capital por la misma razón, según las autoridades locales.

Los incendios registrados en España también provocaron la muerte de un pastor en la provincia de Zamora (noroeste), anunciaron el lunes las autoridades locales. La víspera, un bombero perdió la vida en esa zona.

En España, según el presidente del gobierno Pedro Sánchez, el fuego devastó 70.000 hectáreas desde inicios de año, "casi el doble de la media de la última década". Desde hace días, los bomberos buscan sofocar una decena de incendios.

En la vecina Portugal, unos 800 bomberos seguían luchando el lunes contra cuatro incendios activos en el centro y el norte, pero Protección Civil estimó que la situación era favorable gracias a un descenso de la temperatura.

Tras batir el jueves su récord de temperatura para un mes de julio, con 47 ºC registrados en el norte, se espera que Portugal viva un día más fresco este lunes, poniendo fin a una ola de calor de más de una semana.

En Francia, dos grandes incendios calcinaron desde hace una semana 14.000 hectáreas de vegetación en el suroeste de Francia, cerca de Burdeos, y obligaron este lunes a evacuar a más de 10.000 personas.

"Vamos a tener un día complicado por las temperaturas, pero también por el cambio de dirección del viento", advirtió Marc Vermeulen, director de los bomberos de la zona, en la turística localidad La Teste-de-Buch.

Los científicos consideran que la multiplicación de las olas de calor es una consecuencia directa del calentamiento del planeta. Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarían su intensidad, su duración y su frecuencia.

La Comisión Europea indicó este lunes además casi la mitad del territorio de la Unión Europea (UE) se encuentra "en riesgo" de sequía por una falta prolongada de precipitaciones.

"El cambio climático mata, mata personas (...), mata también nuestro ecosistema", dijo el presidente del gobierno español, durante una visita a una zona afectada por incendios en Extremadura (oeste).

Para Gourand, de Météo France, la cuestión del cambio climático "avanza en la sociedad" por la intensificación de estos fenómenos. "La gente es cada vez más consciente (...) Llegó la hora de pasar a la acción política", agregó.

El gobierno británico fue acusado el domingo de ignorar la situación, después que el primer ministro Boris Johnson se ausentara de una reunión de crisis y su ministro de Justicia, Dominic Raab, pareciera alegrarse de que el mercurio pueda superar por primera vez los 40 ºC.

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