Para disminuir el riesgo de contagio durante la pandemia de Covid-19, las autoridades sanitarias han recomendado desinfectar los objetos que más se tocan o que están en contacto con otras personas. En duda se encuentra el correo, que sigue llegando a los hogares sin saber los protocolos de sanidad de los repartidores.
Hasta el momento, no se ha detectado que recibir correo postal haya infectado a alguna persona, ya que el virus generalmente se propaga cuando una persona toca gotas que produce una persona contagiada al toser y estornudar y luego las introduce en ojos, nariz o boca.
Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos no descartan que los sobres y paquetes sean un medio en el que se pueda propagar el Covid-19, aunque su riesgo es muy bajo.
Los CDC cuentan con una guía de seguridad para los repartidores de correo o paquetes a domicilio, con el fin de disminuir el riesgo de propagación del coronavirus.
El personal de las empresas repartidoras debe usar cubrebocas o mascarillas en lugares públicos. También debe limitar el contacto con otras personas al ofrecer llevar los paquetes a la puerta y alejarse inmediatamente.
Si esto no es posible, lo ideal es mantener una distancia de 1.8 metros de otros sujetos y limitar el contacto con superficies como timbres o manijas con las manos. Tampoco se deben compartir plumas o teclados con los clientes. Al usar guantes, hay que evitar el contacto con el rostro.
Los repartidores necesitan llevar toallitas y gel desinfectante en sus vehículos para limpiar las superficies más tocadas y las herramientas de trabajo, luego de cada entrega. Asimismo, los trabajadores deben procurar lavar sus manos frecuentemente durante su turno.
Además, tienen que quedarse en casa y no acudir a trabajar si presentan síntomas relacionados con el Covid-19, como fiebre, tos o dificultad para respirar.
En Estados Unidos, el correo postal se desinfecta con radiación para los paquetes y sobres que se envían a Washington D.C., a agencias del gobierno federal y a códigos postales 202, 203, 204 y 205, desde los ataques de ántrax.
Sin embargo, para el resto del correo, no es necesario un proceso de limpieza y desinfección. Se puede reservar el cloro y los desinfectantes para superficies que implican mayor riesgo de contagio.
Las entregas se pueden recibir de manera normal, abrirse y lavarse las manos después de manipularlas.
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