El empate a cero de la Selección Mexicana con la Selección de Honduras en Houston, Texas, le saldrá a los mexicanos muy caro, con la fractura de clavícula del Javier “El Chicharito” Hernández, al minuto 40 de la primera parte de un partido que se caracterizó por las fuertes entradas de los catrachos.
Minutos después de que Hernández abandonó el campo de juego, se informó a los medios que estaba siendo trasladado al hospital para valoración, debido a que en opinión de los médicos de la Selección, existía la posibilidad de una fractura de clavícula.
Las fracturas de clavícula se producen casi siempre por un golpe indirecto, un impacto violento con el brazo extendido, como sucedió en esta ocasión cuando el jugador cayó en una jugada disputada con el hondureño Brayan Beckeles.
La madrugada del jueves 2 de julio, Gerardo Aguilar, médico de la Selección Nacional confimó que el delantero pasaría la noche en un hospital de Houston y que estaría fuera de actividad de tres a cuatro semanas, por lo que no verá actividad en el torneo de Copa de Oro que arranca para México el 9 de Julio frente a la selección de Cuba en Chicago.
El tratamiento para esta clase de fracturas suele ser desde inmovilización con férulas hasta intervención quirúrgica.
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