Por naturaleza, los pero existe una etapa en sus vidas en que estos comportamientos empeoran y se llama adolescencia.

Según dicen los expertos, la etapa más desafiante para criar a un perro es la adolescencia, cuando olvidan el entrenamiento que se les dio desde bebé y su cuidado se complica porque son desobedientes y erráticos, con comportamientos “obstinados” y difíciles de tolerar.

En esta etapa de vida, los perros también experimentan cambios en su temperamento y en el cuerpo, casi igual que los humanos; se vuelven más grandes y fuertes y con la necesidad de explorar su entorno más allá de su zona de confort o de lo que ya conocen.

Expertos en cuidado y crianza de (AKC) estiman que el inicio de la adolescencia canina varía en cada perro y cada raza, pero en promedio comienza a los 8 meses de edad y puede continuar hasta los dos años.

Otros expertos veterinarios dicen que los perros inician la adolescencia cuando dejan de ser cachorros para convertirse en adultos, esto ocurre entre los seis y 12 meses.

¿Cómo es la adolescencia en los perros?

Los cambios hormonales y una reorganización cerebral son los responsables de que los perros se vuelvan rebeldes y desobedientes y estén ansiosos por descubrir su entorno, correr e interactuar con otros animales o más personas diferentes a las que están en su entorno diario.

Estos comportamientos son comparados a los que experimentan los adolescentes humanos, con más energía y motivación para hacer cosas diferentes, y careciendo de conocimiento y experiencia para pensar y regular sus acciones o reacciones.

Entre los “síntomas” de la adolescencia, los perros experimentan frustración cuando no pueden hacer lo que quieren, tienen emociones negativas hacia sus dueños que intentan controlarlos, ladran en exceso, no pueden controlar sus acciones físicas y saltan, muerden, arañan y pueden llegar a la agresión.

Sin embargo, los síntomas y sus magnitudes dependen del temperamento de los perros, la raza y de la permisividad que se les da en casa.

¿Cómo abordar la adolescencia en los perros?

Debido a que es una etapa normal en los , la adolescencia no se puede controlar ni corregir, pero sí se puede abordar y sobrellevar.

Los amos pueden ayudar a sus mascotas a liberar toda esa energía que tienen acumulada y a explorar otros entornos de forma segura, además de satisfacer sus necesidades físicas y de comportamiento.

La(RSPCA) sugiere: “Lo mejor que puede hacer es concentrar parte de su energía en juegos estructurados y sesiones de ejercicio. Puedes jugar juegos de búsqueda, acertijos de olores y dar largos paseos por zonas tranquilas”.

“También debemos pensar en cómo podemos prevenir situaciones en las que nuestro perro pueda estar más excitable o frustrado. Podemos hacer esto dándoles algunas actividades antes del evento o dándoles algo que hacer que pueda ayudarlos a enfrentar la frustración”.

Dale de comer antes de que la familia coma y haz que se entretenga con premios o bocadillos mientras los humanos comen, para que así no se comporte mal o intente subirse a la mesa.

Aumenta las actividades interactivas en su rutina diaria para quey conviva con las personas o salga de casa.

No lo regañes. Los expertos dicen que los regaños empeoran el mal comportamiento y pueden hacerse agresivos.



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