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LAS VEGAS, EU., mayo 6 (EL UNIVERSAL).- El martes pasado, Saúl Álvarez fue determinante al señalar que —por ahora— no quiere sostener ninguna relación con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Una decisión que convirtió en víctima colateral al cinturón huichol, que este sábado por la noche no podrá ingresar al ring, a pesar de que fue elaborado para entregarse por primera vez al ganador del pleito entre “Canelo” y Julio César Chávez Jr.
La pieza artística, que requirió de más de 300 horas de trabajo y 40 mil microchaquiras, fue trasladada a Las Vegas, pero recibió el bloqueo —por parte de los organizadores— de todo acto oficial en la semana.
Pero la animadversión del “Canelo” hacia el organismo no nació por generación espontánea, ni se cosechó por un cinturón. El 30 de junio de 2013, Álvarez —durante la presentación del combate contra Floyd Mayweather Jr.— cortó el cordón umbilical que lo ató varios años al CMB y se dirigió a José Sulaimán sin la cortesía del vocablo “don”.
Frente a 20 mil personas que acudieron al Altar de la Patria ubicado en el Bosque de Chapultepec, el “Canelo” declaró que vencería al estadounidense, a pesar de que “mucha gente no cree que voy a ganar. Uno de ellos es José Sulaimán. Este es mi tiempo y voy a ganar”.
Días antes de esa cita, Sulaimán Chagnón comentó que el “Canelo” estaba “muy verde” para vencer a Mayweather. Palabras que golpearon el ego del entonces campeón superwelter del CMB, quien se animó a ir hacia el frente y entrar en el ojo de un huracán.
“No creía que Saúl fuera capaz de ponerme en vergüenza ante el público. Siempre le he dado todo mi cariño, todo mi apoyo. Me da mucha lástima y mucha tristeza que usted [‘Canelo’] me avergüence ante mi público y me convierta en un traidor, cuando lo único que le he hecho en mi vida es ayudarlo”, comentó Sulaimán Chagnón.
Tras la derrota con Mayweather, el mexicano no volvió a pelear por un cetro del Consejo Mundial, hasta que en noviembre de 2015 derrotó por decisión unánime al puertorriqueño Miguel Ángel Cotto y se adueñó del título medio.
El “Canelo” defendió exitosamente el fajín, al noquear en mayo del año pasado al británico Amir Khan. Pero enseguida, el CMB le ordenó negociar con el kazajo Gennady Golovkin la siguiente batalla.
La forma en que el organismo estableció los tiempos molestó a Saúl y su empresa Golden Boy Promotions, pues en ese momento se encontraban concentrados en un juicio por incumplimiento de contrato que les interpuso la promotora All Star Boxing.
“Ese cinturón [medio] lo gané a base de mucho sacrificio, esfuerzo, sudor, derrotando a Cotto, para que cuando lo dejo vacante se lo den a otro sin sudar. Se lo regalaron a Golovkin. Eso no es un organismo que se respeta; por eso, si le gano a Chávez, mi siguiente pelea contra ‘GGG’ será sin el CMB”, declaró Álvarez.
Por lo anterior, desde que se pactó la reyerta contra Chávez Jr., el “Canelo” evitó al CMB y reprobó que quisiera formar parte de una velada a la que no fue invitado.
“Detrás de ese cinturón hay muchos intereses. Desde un principio, no queríamos al CMB. Aun cuando se lo hicimos saber al señor Mauricio Sulaimán, él por su lado empezó a hacer el cinturón huichol y yo en mi mente sabía que me iban a poner como el malo; por eso, parte de mi atuendo será huichol”, dijo.
Para el actual presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, la actitud de “Canelo” se debe a información que le llegó de forma imprecisa.
“Queremos que sepan que nosotros [CMB] no queremos pleito. No nos vamos a pelear con un boxeador que está confundido, mal informado y definitivamente presionado por la pelea que tendrá con Chávez”, apuntó Mauricio Sulaimán.
El dirigente mexicano adelantó que buscará platicar con Álvarez para explicarle los tiempos y reglamentos con los que se gobierna en el CMB y desmintió que el cinturón huichol lo hayan hecho con finalidad de lucro.
“El ‘Canelo’, de nosotros, siempre ha recibido amistad y apoyo incondicional. Él dice que el cinturón huichol tiene intereses comerciales y que se está lucrando. Eso es una aberración y me da vergüenza tener que estar desmintiendo. Nosotros pagamos absolutamente todo lo relacionado con el cinturón. “Tenemos nuestros reglamentos. Los campeones tienen derechos, pero también obligaciones. Cuando hay un retador oficial, se tiene que cumplir con esa pelea. Todo se debe a mala información, momentos de confusión y yo con mucho gusto me sentaría para explicarle”, dijo.
Sulaimán aceptó que, cuando se dio a conocer que se llevaría a cabo la función estelarizada por Álvarez y Chávez Jr., mantuvo pláticas con Éric Gómez y Óscar de la Hoya, representantes del “Canelo”.
“Durante el proceso, hablé con Éric Gómpez y Óscar de la Hoya, pero no tiene caso entrar en controversias. El Consejo Mundial está mucho más arriba de los dichos. Me quedo con la satisfacción del cinturón huichol, que ha dignificado a nuestro país”, aseguró.
Mientras que Sulaimán dejó las puertas abiertas del CMB a cualquier boxeador, “Canelo” adelantó que, si se mide con Golovkin, lo hará sin que esté de por medio el cinturón verde y oro.

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