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Le bajan dos rayitas a sus ataques

04/05/2017 |05:00
ViveUsa
RedacciónVer perfil



LAS VEGAS, EU., mayo 4 (EL UNIVERSAL).- De pronto las palabras se les terminaron a Saúl “Canelo Álvarez y Julio César Chávez Jr. Como dos desconocidos que se sientan en la misma mesa, ambos convirtieron la última conferencia de prensa en un acto cordial. En una charla armónica en la que la misión fue enarbolar a México.
Pero antes de la calma, prevaleció la tempestad…
Chávez Carrasco lanzó su último volado de labia. Veinte minutos antes de hacer su aparición en el teatro del MGM-Grand, el “Hijo de la leyenda”, ante un puñado de reporteros, recordó la demanda que el ex boxeador Ulises “Archi” Solís interpuso contra “Canelo” por un golpe fuera de todo escenario de pugilismo, que le rompió la mandíbula y le desprendió piezas dentales.
Julio lo hizo para contestar. Se sintió agredido al no ser considerado por Álvarez como un digno representante de México. El “Jr” cavó y desenterró el conflicto que le costó algunos miles de dólares al tapatío para sacarlo de Corte.
“El ‘Canelo’ dijo que yo no puedo ser un representante mexicano porque di positivo en mariguana en 2012. Yo lo único que puedo decir es que nunca he golpeado a nadie, nunca he atentado contra nadie”, declaró Chávez.
El discurso agresivo se perdió este miércoles en la conferencia de prensa. Chávez se desprendió de la metralleta de acusaciones e insultos. Se acartonó al hablar, pero evidenció que las horas que restan para el pesaje, son agonía por la deshidratación a la que está sometido para marcar el viernes las 164.5 libras en las que fue pactado el combate.
De nueva cuenta vestido con un conjunto deportivo blanco, gorro de lana y unos lentes de sol que tapaban la mitad de su cara, el ex campeón mediano no paró de moverse en la hora que duró la presentación. Sentado, Chávez gesticuló en innumerables ocasiones. Pasó su lengua por los labios que alcanzó a mordisquear. Peleó con la luz cuando se retiró las gafas.
“Creo que tienen que sentirse orgullosos y no deben criticar esta pelea porque es lo que la gente había pedido desde hace mucho tiempo y estamos a unos días de que se realice. Lo más importante de esto es que dos mexicanos van a tomar de nuevo las fechas mexicanas de mayo y septiembre, pienso que el ganador será México porque un ídolo surgirá de esta pelea”, externó Chávez.
Es lo único en lo que han coincidido el “Jr” y “Canelo”. El jalisciense no olvida el entorno incómodo de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.
“Es una oportunidad importante para nosotros los mexicanos por todo lo que se está viviendo en Estados Unidos. Es para mandar un mensaje y que vean que los mexicanos en cualquier parte del mundo podemos hacer muchas cosas. Me siento orgulloso de ser parte de esta cartelera”, comentó Álvarez.
Tiene semblante de seguridad. Su cuerpo está listo para la cita con la báscula. Desde el domingo pasado pesa 164 libras y quizá por ello en los últimos días se ha desenvuelto como antes no lo hacía.
Para “Canelo” la pelea del próximo sábado representa la mayor rivalidad de su carrera. La disfruta.
“Nunca había tenido una pelea con alguien que tuviera tanta rivalidad. Es mi primera vez. Por eso ahora me ha dado por contestar un poquito. A veces la gente o peleadores se aprovechan de que me quedo callado, de que soy reservado. Por eso ahora he contestado más, por la rivalidad. Pero sigo concentrado en lo mío, estoy al 100 por ciento”, dijo.
Acusa a Chávez de no ser un ejemplo para nadie. Un muro en el que el “Hijo de la leyenda” se estrelló.
“No puede nadie que comienza desde abajo en el boxeo, tratar de copiar la carrera de Chávez Jr. Es un ejemplo sin futuro para los boxeadores que no tienen su apellido”.
Al igual que su contrincante, “Canelo” en medio del teatro sede de la cita, lució fuera de escena. Una conferencia desangelada que no logró reunir ni a un centenar de aficionados.