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Nueva York posee un parque tan exclusivo que sólo una hora al año está abierta al público en general, durante el día de Nochebuena.

El Gramercy Park se instaló en 1831, entre las calles East 20th e East 21, como un santuario entre el bullicio de la ciudad. Hasta la fecha, permanece bajo el cuidado exclusivo de los habitantes de esta zona de Manhattan.

Todas su pasto, árboles y flores están en perfectas condiciones, detrás de una cerca de metal que impide el acceso a cualquier persona. únicamente un número limitado de habitantes tiene las llaves del parque.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Los huéspedes del lujoso Gramercy Park Hotel también pueden acceder al parque por unos momentos, pero únicamente bajo la supervisión de un empleado del establecimiento. No obstante, una noche de alojamiento en este hotel tiene un costo superior a los 399 dólares (7,570 MXN).

Quienes tienen derecho a una de llave son los dueños de propiedades cercanas al parque o los miembros del Club Nacional de Artes, la Hermandad de la Sinagoga y de la iglesia del Calvario de St. George, con una gran fortuna que los respalde.

Existen casi 400 llaves de la reja, todas numeradas. Los residentes que viven en alguno de los edificios que rodean la zona natural deben pagar una tarifa de más de 350 dólares al año, para tener derecho a dos llaves de acceso, según Street Easy.

Sin embargo, en Nochebuena, un día antes de la Navidad, las puertas de abren al público durante una hora. El acceso es gratuito y el sólo pide que los visitantes lleven una luz para el evento.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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De 18:00 a 19:00 horas, cientos de personas ingresan al exclusivo parque para cantar los tradicionales villancicos navideños y llenar a la ciudad de Nueva York con el espíritu navideño.

Al terminar los 60 minutos, las puertas del parque vuelven a cerrar, entre los edificios de piedra que lo rodean, a la espera de que el siguiente año se vuelvan a reunir las familiar para celebrar la Nochebuena.

Para preservar la belleza del Gramercy Park, no se permite el acceso con mascotas, bicicletas, patines, cigarros, bebidas alcohólicas, ni es posible alimentar a los animales que viven en él.

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