Comprar un boleto no garantiza tu permanencia en un avión, por mucho que hayas pagado. Hay algunas situaciones por las que las aerolíneas podrían reservarse su derecho de admisión.
Subir descalzo a un avión, o quitarte los zapatos dentro de la cabina, puede hacer que te saquen, especialmente si tienes mal olor.
También te pueden bajar si tienes la apariencia de estar a punto de vomitar, por enfermedad o por estar en estado de ebriedad, ya que tratarán de impedir que la mayoría de los pasajeros pasen por momentos de incomodidad.
Te pueden impedir ingresar a un avión si tú o tu equipaje desprende un olor desagradable que se pueda dispersar por toda la cabina, de acuerdo con Business Insider.
Si justo antes de llegar al aeropuerto tomaste unas copas de más y te ves evidentemente alcoholizado, la tripulación podría solicitarte que desciendas del aeroplano.
Antes de viajar en avión, recuerda que cada aerolínea tiene sus propias políticas y pueden pedirte que bajes del avión por menos o más de estas situaciones.
Debes tener mucho cuidado con el mobiliario del avión y con las pertenencias de otros pasajeros, ya que romper algo, especialmente por un arranque de furia, puede implicar una expulsión directa.
Si notas que algo no funciona correctamente recurre a las azafatas para que te indiquen lo que debes hacer.
Algo que garantizará tu estancia es portarte respetuoso con las demás personas a bordo, sin ofenderlos o agredirlos.
Consulta en la galería las aerolíneas más baratas para viajar en tus próximas vacaciones.