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Muchas escuelas alrededor de los Estados Unidos buscan resolver de la mejor manera el como cubrir las necesidades de estudiantes diagnosticados con problemas de salud mental.
El otoño pasado se comenzó a permitir a los animales que proporcionan consuelo vivir en campus universitarios, en los dormitorios con los estudiantes que lo requieran.
La ansiedad, seguida de cerca por la depresión, se han convertido en un diagnóstico cada vez mayor entre los estudiantes universitarios en los últimos años en los Estados Unidos. El efecto calmante de algunos animales domésticos se ha vuelto tan ampliamente aceptado que muchas escuelas han optado por traer perros de terapia capacitados para jugar con los estudiantes estresados durante el período de exámenes.
Pero, a medida que los estudiantes con diagnósticos psiquiátricos están pidiendo traer a residir en el campus a sus propios animales, las escuelas tendrán que establecer nuevas políticas de vivienda para mascotas y a hacer frente a los retos que eso genere, como por ejemplo los estudiantes que son alérgicos a los animales podrían verse afectado por estas nuevas mediadas.
El tema está siendo objeto de acalorados debates por parte de funcionarios sobre vivienda de la universidad y discapacidad a raíz de demandas por discriminación presentadas por los estudiantes a los que se les negó el traer a vivir con ellos al campus los llamados animales de apoyo emocional.
El mes pasado, en la víspera de un juicio en un caso seguido de cerca por los administradores, la Universidad de Nebraska en Kearney acordó con el Departamento de Justicia, pagar 140 mil dólares a dos estudiantes a los que se les había negado el poder tener animales de apoyo. Recientemente, un juez federal se negó a desestimar un caso similar contra la Universidad Estatal de Kent.
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