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En la actualidad, con el uso de los celulares, los dispositivos móviles, tabletas y laptops, sin mencionar las distracciones y ruidos que se generan simplemente por las pláticas, risas y llanto de los demás pasajeros, es prácticamente imposible hacer un viaje en tren con total silencio y relajación.

Desde 2001, la compañía de trenes ofrece a sus pasajeros un vagón en completo silencio. En ese año comenzaba el aturdimiento de los pasajeros por el constante sonar de los teléfonos celulares y las incesantes llamadas, por lo que a un conductor se le ocurrió la idea de destinar un coche donde se redujera el ruido.

El proyecto agradó tanto que se implementó en todos los servicios de Amtrak, incluso en los trenes rápidos Acela.

El vagón del silencio, tiene una simple regla, que todo esté callado. No teléfonos celulares, no pláticas aturdidoras de otros pasajeros, no bebés llorando, ni nada que pueda perturbar ese magistral mutismo. Incluso la luz es más tenue que en el resto del tren.

Los pasajeros que ya no alcanzaron lugar en otros vagones y que tuvieron que sentarse en el 'Coche Tranquilo', deben respetar las reglas y mantener las pláticas al mínimo y con un tono de voz suave y bajo.

Este apartado se ha convertido rápidamente en un santuario de paz y tranquilidad para sus pasajeros, quienes atesoran y protegen este beneficio ante cualquier intruso.

Es común que a quienes se les solicita guardar silencio, sean pasajeros que no se dieron cuenta que se encontraban caminando por el pasillo del 'Vagón Silencioso', e inmediatamente o bajan la voz o se cambian de vagón. En 13 años de existencia ha ocurrido sólo un incidente, una señora que viajó 13 horas hablando por teléfono continuamente, quien finalmente fue retirada de la unidad por policías.

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