Al menos 4.500 millones de personas en 110 países o territorios del mundo están obligadas o incitadas a confinarse en sus casas para luchar contra la COVID-19, según un recuento realizado el viernes a partir de una base de datos de la AFP.
Esta cifra representa a cerca de seis humanos de cada diez de la población mundial, que la ONU estima en 7.790 millones de personas en 2020.
La provincia china de Hubei y su capital, Wuhan, origen de la epidemia, fueron las primeras en confinarse, a finales de enero.
Y mientras esos territorios van recuperando su vida normal de forma progresiva tras dos meses y medio de aislamiento, las mismas medidas de confinamiento que aplicaron se extendieron por el mundo en las últimas semanas, de forma rápidamente progresiva.
Más de 500 millones de personas se veían afectadas por este tipo de restricciones el 18 de marzo, más de 1.000 millones el 23, más de 2.000 millones un día después y más de 3.000 millones el 25 de marzo.