La escena electoral de Estados Unidos está ampliamente dominada por dos partidos: el Republicano y el Demócrata. Históricamente, hay estados donde predomina el apoyo a una de estas dos opciones.
Por ejemplo, los demócratas siempre ganan California en elecciones presidenciales y los republicanos Arkansas. Sin embargo, algunas entidades tienen una competencia mucho más reñida.
A los estados en los que el electorado está relativamente dividido por igual entre republicanos y demócratas se les llama swing states o estados batalla. Son fundamentales para la elección porque pueden hacer la diferencia y definir al candidato con más votos electorales, se necesitan 270 para ganar.
En 2016, Trump ganó los estados batalla de Wisconsin, Pensilvania, Iowa y Florida. Con ellos, superó los 270 votos electorales necesarios para triunfar y ocupó la Casa Blanca a pesar de que Hillary Clinton lo derrotó en votos populares.
Para este 2020, hay 5 principales estados batalla: Wisconsin, Pensilvania, Iowa, Arizona y Florida. En algunas encuestas también se considera a Nevada y Minnesota.
Aunque Trump ganó Wisconsin, Iowa y Pensilvania en 2016, ahora podría perderlos, pues algunos suburbios de sus grandes ciudades han quedado desencantados con su política.
Pero también está la otra cara de la moneda. Aunque la pandemia, la crisis de violencia y desigualdad racial parecen ser la “tormenta perfecta” para debilitar a Trump, Estefanía Cruz Lera, especialista en Relaciones Internacionales y política estadounidense, sugiere mesura al respecto.
“Es muy arriesgado decir que Trump está totalmente derrotado porque sólo una combinación precisa de condados clave y de estados batalla van a darle la victoria al próximo presidente de Estados Unidos”, explica.
La mayoría de las encuestas nacionales dan una ventaja de 10 puntos a Joe Biden sobre Donald Trump. Pero dado que la elección de Estados Unidos es indirecta y es definida por el Colegio Electoral, los expertos sugieren enfocarse en las encuestas de estados batalla.
Aquí, el candidato que lleva ventaja en los swing states, según diferentes encuestas.
Biden 50.3%. Trump 44.8%, según The Guardian.
Biden 50%. Trump 45%, según Ipsos/Reuters.
Biden 51%. Trump 46%, Public Policy.
Biden 48.8%. Trump 47.1%, según The Guardian.
Biden 50%. Trump 48%, según YouGov/CBS.
Biden 50%. Trump 46%, según CNN.
Biden 47.2%. Trump 47.3%, según The Guardian.
Biden 46%. Trump 43%, según NY Times/ Siena College.
Biden 46%. Trump 48%, según Emerson College.
Biden 50.7%. Trump 44.0%, según The Guardian.
Biden 53%. Trump 44%, según Ipsos/Reuters.
Biden 53%. Trump 44%, según Univ. of Wisconsin-Madison.
Biden 48.9%. Trump 45.2%, según The Guardian.
Biden 51%. Trump 45%, según CNBC/Change Research.
Biden 50%. Trump 47%, según YouGov/CBS News.
Biden 46%. Trump 42%, según NY Times/Siena College.
Biden 52%. Trump 46%, según YouGov/CBS News.
Biden 44%. Trump 42%, según WPA Intelligence.
En las elecciones recientes de 2016, los estados indecisos más importantes fueron Florida, Ohio y Pensilvania. Juntos le dieron a Donald Trump 67 votos electorales de los 270 necesarios para ganar. Fácilmente rebasó a Hillary Clinton en el sistema del Colegio Electoral, aunque ella tuvo más votos populares.
Las elecciones presidenciales del año 2000 también fueron definidas por un swing state. Aunque Al Gore superó al republicano George W. Bush con casi 450,000 votos populares, sólo sumó 266 votos electorales. George W. Bush llegó a la Casa Blanca con 271 votos electorales, gracias a que ganó Florida, estado que en ese entonces daba 25 votos.