contra Luka Modric en un duelo estelar de Balones de Oro: las estrellas de Argentina y Croacia están llamadas a ser protagonistas en la primera semifinal del Mundial de Catar-2022, el martes (19h00 GMT) en el estadio de Lusail.

Messi (35 años) y Modric (37) ya saben lo que es jugar una final del Mundial -el primero en 2014, el segundo en 2018-, pero no pudieron levantar entonces el trofeo y esta cita en el emirato se presenta como su última ocasión para coronar a lo grande una carrera espectacular.

"Será un partido durísimo, es una gran selección que le jugó de igual a igual a Brasil, y por momentos fue mucho mejor. Tiene jugadores muy buenos sobre todo en el mediocampo, que vienen trabajando con el mismo DT (el entrenador Zlatko Dalic) desde el Mundial pasado, se conocen muy bien y por algo así, es una semifinal mundial y va a ser muy duro", vaticinó el propio Messi después de la clasificación a 'semis'.

El partido del martes podría haber sido un 'Superclásico' sudamericano entre Argentina y Brasil, pero Croacia se interpuso en el camino y eliminó a la Seleçao.

Tanto argentinos como croatas llegarán a la semifinal tras jugar 120 minutos en los cuartos de final y haberse clasificado en la tanda de penales, con actuaciones estelares de sus respectivos arqueros Emiliano Martínez y Dominik Livakovic, otras de las figuras a seguir en el duelo del martes, que promete emociones fuertes.

El partido tendrá además un componente histórico, ya que será el número 25 para Messi en Mundiales, lo que le permitirá igualar el récord, que ostenta hasta el momento en solitario el alemán Lothar Matthäus.

La lista de récords de Messi no deja de aumentar. En el partido ante los neerlandeses alcanzó, con 10 dianas, el de número de goles de un jugador argentino en un Mundial, que tenía Gabriel Batistuta, y si vuelve a marcar establecería ya una nueva plusmarca.

Son ya cuatro los tantos de Messi en este Mundial, lo que le permite además pisar los talones del líder de la tabla de máximos anotadores, el francés Kylian Mbappé, que jugará el miércoles la segunda semifinal contra Marruecos.

El seleccionador argentino, Lionel Scaloni, tiene dos bajas confirmadas en su plano defensivo, las de Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, que vieron una amarilla ante Países Bajos y deben cumplir un partido de suspensión al haber visto ya otra amonestación durante el torneo.

También hay dudas sobre el estado de Ángel Di María, ausente en los octavos ante Australia y que jugó pero siendo inicialmente suplente ante Países Bajos, por un problema en el cuádriceps que ha marcado su Mundial en los últimos diez días.

Rodrigo De Paul también tuvo molestias musculares recientemente y no completó el anterior partido de cuartos.

En Croacia, haber superado a Brasil ha disparado la confianza.

"La clave será nuestra defensa, si repetimos lo que hicimos ante Brasil, no tendrán el espacio que necesitan", estimó el seleccionador croata, Zlatko Dalic, el hombre que ya pudo llevar a su equipo a la final mundialista hace cuatro años, dando la gran sorpresa.

En esa edición de Rusia-2018, Croacia comenzó ganando su grupo de la primera fase por delante de Argentina, a la que superó por un contundente 3-0 en su duelo de la segunda jornada, por lo que el partido del martes tiene además aroma a revancha para Messi y compañía.

En la selección argentina, la derrota del debut ante Arabia Saudita ha quedado ya muy lejos después de las últimas victorias y el equipo se siente ya muy cerca de poder lograr el tercer título mundial del país, después de los de 1978 y 1986.

"Ahora que estamos en el baile, queremos seguir bailando", ha advertido Scaloni.

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