Un tiroteo registrado en una fiesta de cumpleaños dentro de una vivienda en un lote de casas rodantes en Colorado Springs en que murieron seis personas antes que el agresor se suicidara sacudió a un estado harto de la violencia con armas de fuego tan solo semanas después de otra masacre en que dejó 10 muertos.

La policía investigaba el lunes las razones por las que el agresor, a quien han identificado como el novio de una de las víctimas, ingresó a la fiesta abarrotada la madrugada del domingo y abrió fuego.

Seis adultos murieron en la vivienda en Canterbury Mobile Home Park, ubicado en la zona este de la segunda ciudad más grande de Colorado, y un séptimo en un hospital, de acuerdo con las autoridades. El agresor era el novio de una mujer que se encontraba en la fiesta, a la que acudieron amigos, familiares y niños, indicó la policía.

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Las autoridades no han dado a conocer los nombres de las víctimas, del agresor ni un motivo posible. Tampoco han ofrecido detalles sobre el arma o armas usadas. Los agentes aún se encuentran en el proceso de identificación de las víctimas, explicó Sandy Wilson, de la oficina forense del condado El Paso, el lunes.

Un laboratorio móvil de investigación de crímenes se encontraba estacionado el lunes afuera de la vivienda, la cual fue acordonada con cinta amarilla por policías.

“Mi corazón se parte por las familias que perdieron a un ser querido y por los niños que hayan perdido a sus padres”, dijo el jefe policial de Colorado Springs, Vince Niski, en un comunicado.

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