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“Qué gran oportunidad me han dado, es muy grande para mí pisar el escenario con tanto talento, con tanta admiración que les hemos visto, que les hemos disfrutado”, dijo Verónica Castro después de que hizo su aparición en escena con parte del elenco y fue recibida por el público con aplausos.
Como una forma de integrarla a la temática de este musical, Aarón Márquez, el joven actor a quien le tocó interpretar a Billy Elliot esa noche, le colocó alrededor de la cintura un tutú rosa que Verónica presumió realizando una inclinación, como lo hacen las bailarinas de ballet para saludar o agradecer.
“Realmente creo que es un semillero artístico, de aquí van a brotar muchas figuras. Así de pequeñitos como los ven, seguramente vamos a tener grandes bailarines, cantantes, actores, de verdad qué preciosidad. Ojalá que todo el mundo se dedicara a hacer esto, y que traigan a sus niños a que aprendan lo que ellos”, expresó Castro.
La actriz también destacó la belleza de la historia y el trabajo que hizo el equipo creativo y técnico, quienes lograron hacerla una realidad para el espectador mexicano, pero sobre todo reconoció la apuesta que hizo el productor Alejandro Gou, al invertir en una producción de esta envergadura.
“Es un día muy especial para toda la familia Billy Elliot, llegar a 100 representaciones porque hubo un gran trabajo que llevó mucho tiempo, sobre todo quiero hacer hincapié en la preparación de nuestros niños, fue todo un año en la Academia Billy Elliot”, declaró el productor antes de develar la placa y decirle a Verónica que sueña con producirle un musical.
Al terminar la ceremonia, la actriz abandonó el lugar por alguna de las puertas de emergencia del teatro, evadiendo de esa forma a los medios de comunicación, que buscaban obtener sus declaraciones.
