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Una semana después de que condenaron a James Holmes, quién mató a 12 personas e hirió a 70 en la proyección de la película The Dark Knight Rises” en Aurora, Colorado en el 2012, hubo otro tiroteo en una sala de cine.

Esta vez en el Grand Theater 16 en Lafayette durante la exhibición de la película protagonizada por Amy Schumer y Judd Apatow una comedia romántica titulada “Trainwreck,” matando a dos persona e hiriendo a nueve para suicidarse después.

Y el reciente ataque a otro cine en el que el agresor fue asesinado por la policía en Tennessee.

Podría pensarse que existe una razón psicológica por la cual los asesinos escogieron perpetuar sus matanzas durante la presentación de ciertas películas o como en el caso de Holmes identificarse con el personaje del guasón, pero existan o no razones que expliquen su comportamiento es preciso preguntarse ¿qué tan seguro es asistir al cine?

El presidente del American Film Institute Bob Gazzale dijo en un comunicado, " El ir a un cine en el verano es una celebración del espíritu creativo de América y uno de los pasatiempos más queridos de nuestro país Y ese amada pasatiempo , aunque no necesariamente es un acto moral, es un acto que lo posiciona a uno en una situación profundamente vulnerable”.

Cuando uno decide ir al cine, decide también pasar dos horas sentado en un cuarto cerrado y a obscuras rodeado de muchos desconocidos. Ese es el poder del cine, su gran impacto cautivarte y atraer todos tus sentidos.

Lo que es innegable es que las salas de cine se han convertido en el blanco perfecto de ataques pues se encuentran en la obscuridad y normalmente con un número grande de asistentes.

Al parecer ahora la policía registrará asistentes al cine al azar especialmente si llevan una mochila, ya se han confiscado armas como cuchillos en el pasado pero ahora el objetivo es encontrar pistolas o explosivos.

Las autoridades estadounidenses no lo ven como una amenaza mayor pero recomiendan mantenerse alerta de lo que pasa a su alrededor.

Un sondeo realizado a los estadounidenses después del último ataque arrojó que un tercio de los espectadores piensan que las mochilas y bolsas de mano deben ser revisadas y en caso necesario confiscadas y el 34% se sentiría más tranquilo si hubiera guardias armados en el lobby de las salas de cine.

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