Cuando se habla de cirugías plásticas de las mujeres, uno de los procedimientos más frecuentes y habituales es el aumento de talla de busto. En Estados Unidos, en la última década, la talla promedio de sostén ha pasado de 90B a 95C. Esta práctica resulta aún más habitual entre celebridades, quienes, a través de tallas más grandes, buscan impulsar sus carreras.
De acuerdo con cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética, en el 2013, se hicieron 1.773.584 mamoplastias para aumentar la talla. Sin embargo, en los últimos años, la reducción de busto también ha encontrado mercado entre las clínicas estadounidenses. En 2011 se realizaron 428.129 reducciones. Este número aumentó hasta 641.189 en 2013.
Aunque los implantes mamarios siguen representando una tendencia entre las mujeres, y las celebridades, parece que las tallas exageradas dejan de ser una cualidad deseada. La estética establecida empuja a las mujeres a buscar un look más natural, aunque sin perder las curvas.
Buen ejemplo de ello son estas celebridades, las cuales han decidido someterse al bisturí, pero para reducir su talla de busto. Algunas quisieron cambiar sus implantes tras haber elegido tamaños exagerados, mientras que otras desafían su propia naturaleza en busca de sentirse más cómodas con su cuerpo.
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