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“¡Dije, cómo pasó esto ahí!”, recuerda emocionada al recordar a Lety, la mujer que, junto con otras, siguió con su cámara por meses.
Su idea inicial era darle voz a las mujeres mayores que se dedican a la llamada profesión más antigua y la zona centro de la Ciudad de México.
No tienen los cuerpos jóvenes o espigados con los que se asocia comúnmente ese trabajo y desde el póster del filme “Plaza de la soledad”, un ojo avispado podría divisar el tema central.
La realizadora tomó su equipo y se fue a las calles cercanas de la Merced, uno de los mercados de abasto popular más importantes de México, donde el sexo-servicio prácticamente convive a escasos metros de conventos donde las monjas luchan, también, por sacar de ese oficio a las mujeres.
“¡Es un lugar que existe desde los aztecas!”, señala Goded.
“Para mí era importante que tuvieran voz, porque en esto casi nunca se les escucha a ellas, como que las borramos, y yo deseaba que expresaran sus sentimientos, su vida”, apunta.
Así encontró no solamente a la que se enamora, sino a la chica que desea cuando muera, que sus cenizas se esparzan en su lugar de trabajo o la joven que confiesa frente a cámara que fue abusada sexualmente, frente a su mamá, sin hacer nada.
“Con el sonidista nos la pasábamos llorando por sus historias y en alguna ocasión él se metió frente a la toma, para abrazarlas, ver todos los momento que comparten, con ganas ellas de decir ‘existimos’, están ahí”, apunta la cineasta.
Y para ello colaboraron algunos clientes de las mujeres, como el bolero, quien sin problema dejó que lo tomaran cuando prácticamente se le declara a Lety.
“Así fue y no podía creerse”, destaca la cineasta.
“Plaza de la soledad” se estrenará inicialmente en la Ciudad de México, teniendo como baluartes salas comerciales, Cineteca Nacional y Cine Tonalá, además de Guadalajara, Cuernavaca y Toluca.

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