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La historia hablaba de una batalla en una galaxia muy lejana, tan remota como la posibilidad de hacer de la ciencia ficción un hito cultural global: poco tardó en convertirse en un fenómeno que perdura hasta nuestros días. Cuarenta años después y ocho cintas de este fantástico universo —más una novena en producción que se aproxima— han cosechado millones de fieles que inspirados en el mundo de George Lucas, se han mimetizado en sus personajes.
De la mano de Luke Skywalker, Darth Vader, Princesa Leia Organa, Han Solo, junto a compañeros de viaje como Chewbacca, C3PO y R2D2— una horda de elementos darían pie a un sin fin de repercusiones en la meca del cine: efectos especiales que siguen siendo motivo de asombro por su minuciosa elaboración, vestuarios y peinados; así como frases: "Que la Fuerza te acompañe". Mención especial tiene la banda sonora del maestro John Williams, que ha servido de inspiración para que orquestas alrededor del mundo rindan tributo a esta popular saga.
Un mundo de culto ha crecido a su alrededor: novelas, dibujos y juguetes de gran valor que lo mismo incluye el Halcón Milenario y la Estrella de la Muerte, así como los sables Jedi que cualquier fan colecciona. Eso sin dejar de lado las filas que los fans hacen en cada estreno, muchos de ellos disfrazados y a quienes no les importa esperar por horas con tal de ser los primeros en cada entrega y cuya derrama monetaria siempre aumenta, así como las múltiples nominaciones y estatuillas que ha recibido por parte de la Academia.
El punto es evidente: el universo de "Star Wars" ha sabido adueñarse del planeta.
Gareth Edwards resintió la importancia de esta franquicia al dirigir "Rogue One: una historia de Star Wars":.
"En el fondo de mi mente me preocupaba mucho echar a perder Star Wars por el resto de mi vida. Caminar por la calle y que alguien del otro lado de la acera me gritara que había arruinado su infancia o algo parecido. Queríamos hacer bien esta película porque todos amamos la versión original de Star Wars mientras crecíamos", afirma en entrevista con EL UNIVERSAL.
Uno de los grandes beneficios que obtuvo al dirigir la cinta fue poder convertirse como uno de los rebeldes que salen en la pantalla grande. "Decidí que quería hacer un cameo en la película, creo que ese era uno de mis privilegios que pude tener. No era muy bueno en cámara y tuvieron hasta que ponerme un poco de pegamento en mis zapatos", recordó.
Más allá de la presión que vivió en esos momentos, el director también fue aclamado al trabajar con el mexicano Diego Luna, lo cual le valió un gran número de ovaciones al transmitir un mensaje de integración en los actores que aparecen en las cintas. Sobre él, Gareth afirmó: "Era perfecto, era muy cálido y le aportó al personaje muchas cosas rápidamente y no te decepciona cuando estás en el set, porque puede ser muy estresante. Le gustó apoyarnos y ser directo, es muy flexible en cada una de sus escenas y algo que me sorprendió de él fue que se le dio muy natural improvisar algunas líneas muy ligeramente de una manera sumamente fácil, pero podía repetirlo una y otra vez. Creo que desde niño hizo telenovelas y ahí es cuando aprendió esa técnica. Es imposible no amar a Diego, es raro encontrar a personas así en el mundo".
Uno de los puntos más comentados, fue que tanto el trabajo de Diego como el de él, les valía el reconocimiento no sólo por parte de la crítico, sino también de los fans, al catalogar la cinta como una de las mejores en toda la saga. Sin embargo, Edwards no lo percibió de esa forma. "No concuerdo con ello, peor gracias. Siento que más bien tratamos de no fallar. Las películas originales creo que son obras maestras y pusieron una medida muy alta que superar, ¿cómo es que nos podamos acercar a eso?. La presión haciendo una precuela para ellos fue un gran honor, peor también fue algo muy difícil.
Si haces un buen filme, vivirá por siempre y eso es algo muy difícil de pensar en algo así. Piensas, "bueno, tal vez debamos grabar todo un mes esta escena para que quede perfecta, porque Star Wars es perfecta" y sólo puedes grabarla durante un día o medio día y se siente muy largo y luego debes de tener siempre en mente que George y todos los que trabajan en las películas originales, estaban comprometiéndose y tratando de hacer las cintas a tiempo. Así que algo viene de todo ello, de esa carrera para llegar al final, creo que la presión que se crea alrededor es algo que lo mantiene fresco y creo que si tuviéramos 10 minutos más en nuestra entrega no sería tan buena pero es muy difícil lograrlo porque quiero seguir grabando hasta que quede perfecto".
Aunque su nombre quedará inmortalizado junto al de otros directores que han tenido a su mando el traer a la vida esta galaxia, algo que pocos piensan es lo complicado que puede ser dirigir a Darth Vader. "Fueron muchas cosas, tan sólo el hecho de que sea este ícono, es intimidante. Fue muy difícil hablarle como si fuera una persona, porque siempre tienes que hablarle como si fuera Darth Vader, así que nos dimos cuenta que sería más fácil hablar con él durante la escena sin tener el casco puesto y hablar con el actor debajo.
Una vez que se ponía el casco, comenzaba a actuar como si fuera Darth Vader y no le tenía que decir qué era lo que tenía que hacer. Eso fue extraño y algo que la gente nunca te dice es que Darth Vader no puede ver sus pies, por la forma en que su casco está diseñado y tuvimos que grabar varias escenas donde bajaba unos escalones y nos tomó unas cuantas tomas lograrlo, así como al momento de iluminarlo, no podíamos hacerlo como si fuera una persona, lo hicimos como si fuera un coche porque proyecta un gran reflejo.
Él siempre tiene que ser la persona más alta en cada toma en la que sale, y si ves las películas, nadie es más alto que él cuando está a cuadro, incluso cuando está acompañado, la cámara tenía que estar un poco más arriba para que quien estuviera con él se viera más pequeño. No nos dimos cuenta de ello hasta que comenzamos a hacerlo", reveló.
Visto desde esa perspectiva es sólo así que uno entiende porque todos queremos que la fuerza nos acompañe.