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MIAMI, EU., abril 28 (EL UNIVERSAL).- En 1929, con la Primera Guerra mundial llegando a su fin, parecía que lo único positivo que se había dejado era la apertura que se había dado para que las mujeres pudieran desarrollarse profesionalmente.
Tras el pasaje bélico, miles de mujeres pudieron trabajar a la par de ser amas de casa, estudiantes o madres solteras, situación que aprovecharon.
Para las protagonistas de la nueva serie de Netflix, “Las chicas del cable”, la serie retrata esta revolución femenina, que tras casi 90 años de haber comenzado, aún no ha alcanzado la igualdad que desearían y consideran que es triste que la situación y vicisitudes a las que las mujeres se enfrentan no han cambiado mucho.
La nueva serie de la plataforma que llega este viernes retrata en gran medida las problemáticas a las que un grupo de mujeres españolas se enfrentaron en los años 20 por querer ser independientes y realizarse profesional y personalmente.
“Hoy las mujeres somos más independientes, la liberación sexual se dio y hoy hasta podemos elegir casarnos o no, tener hijos o no, sin embargo, parece que no hemos avanzado mucho en otros apartados, aún existe acoso hacia la mujer, seguimos ganando menos que los hombres y los abusos a nosotras siguen ocurriendo”, dijo a EL UNIVERSAL Ana Polvorosa.
La serie creada por Ramón Campos (artífice de El gran Hotel), se sitúa en 1929 cuando de distintos puntos de España llegan diversas mujeres con el fin de trabajar en la primera compañía telefónica de dicho país, un acontecimiento que les abrirá las fronteras a una vida mejor.
La serie muestra a lo largo de sus capítulos a mujeres tan distintas y diversas como los colores mismos, y a su vez cada una de ellas muestra una problemática distinta.
Ana Fernández da vida a Carlota Rodríguez de Senillosa, una joven de una familia adinerada que decide ser independiente y decir no al matrimonio ni a las relaciones formales, ella es la rebelde del grupo.
“Mi personaje es este sector que siempre busco hacer cosas que le decían que no podía, una mujer que deseaba alejarse de las normas que la época le imponía”, dice Fernández.
Por su parte, Ana Polvorosa da vida a Sara, una estricta jefa de telefonistas, ella es la pulcritud con pies y quien, a pesar de tener un cargo importante en la compañía, siempre estará relegada por los hombres de la empresa.
“Es una mujer independiente, que busca que todo esté en orden, no se divierte, pues le ha sido difícil llegar a donde está”, explicó Polvorosa.
Otras temáticas que se tocan en la serie son la liberación sexual, la independencia económica y el que ellas consideran más importante, el maltrato hacia la mujer, situación que dice sigue aquejando a millones en el mundo.
“Estas temáticas son atemporales. Lamentablemente seguimos hablando de la poca igualdad de salarios, el maltrato a la mujer en España sigue vigente, todos los días hay noticias de maltrato a mujeres. No puedo creer que, al menos en España, si robas un banco, te meten a la cárcel 20 años pero si un marido mata a su mujer sólo le dan cinco años”, destacó Fernández.
Contar este tipo de situaciones es lo que ambas actrices consideran que es lo más importante de este proyecto, que es el primero que Netflix graba en España y del cual ya iniciaron la filmación de la segunda temporada.

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