Este 11 de septiembre es el 21 aniversario del peo, orquestado por Osama bin Laden. 

En 2001, murieron 2 mil 996 personas y cientos quedaron heridos después del impacto de cuatro aviones en cuatro puntos clave del país. Hubo 19 secuestradores terroristas, miembros del grupo islámico Al Qaeda. 

Durante esta tragedia muchos estadounidenses se convirtieron en héroes al salvar cientos de vidas que corrieron peligro tanto en el World Trade Center de Nueva York, donde fueron estrellados dos aviones llenos de combustible, en el Pentágono en Washington DC donde cayó el tercero y en el Capitolio, cuando los pasajeros del cuarto avión evitaron que se mataran a miles de empleados y transeúntes de esta zona.

Para conmemorar la trágica fecha, te presentamos cinco casos de heroísmo que hicieron frente a los ataques.

Ex marines Jason Thomas y Dave Karnes 

Un ex marine, llamado Jason Thomas de 27 años, se encontraba en Long Island cuando se enteró de los ataques al World Trade Center. Sin pensarlo dos veces, se puso su uniforme de la Infantería de Marina donde desempeñó el papel de sargento un año antes y se dirigió a Manhattan a brindar su ayuda.

“Alguien necesitaba ayuda. No importaba quién. Ni siquiera tenía un plan. Pero tenía todo este entrenamiento como infante de la marina, y todo lo que podía pensar era ‘Mi ciudad está en necesidad’”, le dijo Thomas a AP. 

Junto a él, se unió Dave Karnes, otro ex marine que se encontraba en Connecticut al momento de los ataques en Nueva York.

Poco después de ver los sucesos en televisión, se alistó, fue a cortarse el cabello, se puso su uniforme de infante de marina y condujo hacia la ciudad.

Cuando ambos valientes llegaron a la Ground Zero, reducida a cenizas y escombros, comenzaron a buscar sobrevivientes con linternas y herramientas de atrincheramiento militar.

Habilitaron espacios entre para que los socorristas pudieran sacar a las víctimas a tiempo.

Asistentes del vuelo 11 de American Airlines 

Dos asistentes del vuelo de American Airlines, que se dirigía de Boston a Los Ángeles y que se impactó con la torre norte del WTC, emitieron información sobre el secuestro de su avión al FBI.

A través de llamadas telefónicas las azafatas Betty Ong y Amy Sweeney informaron el secuestro del avión, así como algunos asesinatos dentro de la cabina y detalles sobre los cinco secuestradores, incluidas sus apariencias y números de asientos.

“Está bien, mi nombre es Betty Ong. Soy la número tres en el vuelo 11. La cabina no contesta su teléfono y hay alguien apuñalado en clase ejecutiva, no podemos respirar en clase ejecutiva”. 

informó las hazañas de Sweeney para enviar las alertas del secuestro:

“Sweeney se deslizó en un asiento de pasajero en la penúltima fila del avión y usó un airfone para llamar al servicio de vuelo de American Airlines en el aeropuerto Logan de Boston ‘Esta es Ami Sweeney. Estoy en el vuelo 11, este avión ha sido secuestrado. Escúchame con mucha atención’”. 

La sobrecargo dio información sobre los secuestradores y 20 minutos después identificaron sus nombres y direcciones, detalles que ayudarían después al FBI a impulsar las investigaciones.

Rick Rescorla, jefe de seguridad en la torre sur del WTC 

Fue el responsable de evacuar a más de 2 mil 700 personas de la torre sur del WTC, después del primer impacto en la torre norte.

Rescorla era un exoficial del ejército estadounidense reconocido múltiples veces por sus hazañas en el campo de guerra de Vietnam.

Cuando obtuvo el puesto como jefe de seguridad en la torre sur, hizo que todos los empleados practicaran simulacros de emergencia, mismos que ayudaron a desocupar el edificio 16 minutos después del primer ataque.

Durante la evacuación tranquilizó a las personas cantando God Bless America y Men of Harlech con un megáfono mientras bajaban por las escaleras; esto mismo hacía con los soldados mientras estaban bajo fuego en la guerra.

obtuvo detalles de una llamada que hizo Rescorla a su esposa en la cual dijo “Deja de llorar. Tengo que sacar a estas personas de manera segura. Si algo me pasara, quiero que sepas que nunca he sido más feliz. Tú hiciste mi vida”.

Rick fue visto por última vez ayudando a las personas en el piso 10 y dirigiéndose a buscar rezagados, nunca se encontró su cuerpo.

Beau Doboszenski, guía turístico cerca del Pentágono

Beau Doboszenski se encontraba trabajando como guía turístico en el lado opuesto del Pentágono cuando el vuelo 77 de American Airlines se estrelló.

Gracias a su conocimiento médico y capacitación como bombero, ayudó a rescatar varias víctimas.

“El especialista Beau Doboszenski era un guía turístico esa mañana, en el lado más alejado del edificio”, dijo Joe Biden en el décimo aniversario de los ataques. Tan lejos, de hecho, nunca escuchó el impacto del avión, pero pronto sintió la conmoción. Podría haberse ido a casa, nadie lo habría culpado, pero también era un técnico de emergencias médicas capacitado y provenía de una familia de bomberos”, añadió. 

El héroe brindó primeros auxilios a varias personas lesionadas y se unió a un cuerpo de bomberos que buscaban sobrevivientes dentro del edificio en llamas.

Pasajeros del vuelo 93 de United 

Los pasajeros del cuarto avión secuestrado, que se tenía planeado derribar en el Capitolio, evitaron la desgracia cuando decidieron luchar contra los secuestradores que habían tomado la cabina.

Una vez que se les notificó que el avión había sido secuestrado y había una bomba a bordo, los pasajeros hicieron llamadas a sus seres queridos, de esta forma se enteraron que otros aviones habían alcanzado ciertos objetivos e

Los pasajeros Tom Burnett, Mark Bingham, Jeremy Glick y Todd Beamer crearon un plan para luchar contra los secuestradores a partir de la información obtenida con las llamadas.

Poco después, todos los pasajeros fueron contra la cabina para pelear. De acuerdo con, esto fue lo que sucedió:

“A partir de las 9:57 am, la grabadora de la cabina capta los sonidos de los combates en un avión que pierde el control a 30 mil pies, el estrépito de los carros, los platos que se caen y se rompen. Un pasajero grita: ‘¡Vamos a buscarlos!’ y hay más gritos, luego una aparente brecha. ‘¡Dámelo!, grita un pasajero, aparentemente a punto de tomar los controles”. 

El avión perdió su objetivo y se estrelló en un campo vacío de , matando a los 44 pasajeros a bordo.

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