Científicos de Estados Unidos han emitido alerta por una importante invasión de la especie arácnida Joro en varias partes del país proveniente de Asia.

La araña Joro puede volar de 50 a 100 millas seguidas y ahora están volando del este de al oeste, el año pasado los expertos de la Universidad de Georgia alertaron que varias colonias de la Joro estaban extendiéndose sobre el Atlántico.

Se dice que vuelan porque usan su telaraña perfectamente tejida y adaptable como paracaídas; tras varias investigaciones de la especie, los científicos han llamado su técnica de vuelo con telaraña como globo.

La primera vez que se identificó la especie en Estados Unidos fue en 2013, aún no está claro cómo viajó a América, pero se cree que viajó dentro de contenedores de envío.

Desde su llegada, el artrópodo japonés, que también proviene de China y Taiwán, ha colonizado Georgia y se espera que su capacidad de sobrevivencia y resistencia la haga extenderse por la costa.

De acuerdo con los informes, esta araña mide al menos 20 centímetros de largo, las hembras llegan a caber en la palma de la mano y suelen alimentarse de los machos.

En un estudio recién revelado en la revista , los científicos señalaron que no hay que minimizar su próxima expansión debido a su tamaño y la capacidad que tiene para agravar los síntomas de la aracnofobia.

La araña es de color amarillo con franjas negras; puede ser tan grande como la palma de la mano de un adulto y es lo suficientemente venenosa para afectar la salud de una persona que sea mordida.

Cabe destacar que las arañas, también conocidas como paracaidistas, sólo atacan cuando se sienten acorraladas o amenazadas. No hay evidencia actual de que represente una amenaza mortal para humanos o mascotas, aunque siguen las investigaciones sobre la forma en que afectan a los humanos y su curso de invasión por el país.

Una investigación publicada en la revista señala que “T. clavata, la forma abreviada del nombre de la especie Jorō, Trichonephila clavata, es una especie invasora y merece un escrutinio ecológico mucho más profundo”, que puede afectar la protección de especies domésticas.

“Si bien no se han documentado los impactos de T. clavata en la salud humana o de las mascotas, nuestros datos muestran que sus impactos ecológicos pueden no ser igualmente benignos”, dice la investigación.

Hasta el momento se tiene claro de que la especie arácnida se está asentando en estados como Nueva York, Nueva Jersey, Tennessee, Texas, Carolina del Sur, Georgia, hasta partes de Canadá y regiones del norte de México.



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