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En los últimos años se ha trabajado para mejorar los problemas ambientales provocados por automóviles, además de cuidar los gastos de viajes hasta el punto de crear autos eléctricos y robotaxis.

De acuerdo con información de , estas nuevas modalidades de viaje, aunado a la preocupación por ahorrar combustible, el cuidado de la salud y comodidad ya no sólo residen en vehículos de cuatro ruedas, sino que están migrando a vehículos aparentemente sencillos como las bicicletas.

El sitio de noticias menciona que el futuro del transporte pronto recaerá en el mercado de las bicicletas eléctricas, debido a que, en 2018, hubo un aumento del 79 por ciento en sus ventas, tan sólo en Estados Unidos.

Para 2019, la Asociación de Proveedores de Productos de Bicicletas reportó un incremento del 24.7 por ciento con respecto al año pasado y sobre las ventas de otro tipo de bicicletas.

Además de las finalidades ya mencionadas, un estudio del Instituto Nacional de Transporte y Comunidades descubrió que estas bicicletas ganan popularidad sobre las convencionales, debido a que más personas las pueden utilizar.

Tales como adultos mayores, niños, personas con limitaciones físicas y aquellos que prefieren viajes baratos, tranquilos y sin mayor esfuerzo.

El surgimiento de estas bicicletas ha creado debate en Estados Unidos acerca de cómo deben ser definidas y utilizadas, por ejemplo, si deben se registradas o si necesitan licencias como las motocicletas.

Ciudades como Atlanta impulsó una legislación que limita la rapidez con la que las bicicletas eléctricas pueden viajar a medida que empresas como Uber comienzan a ofrecer soluciones para el tránsito “cerrando una brecha entre las bicicletas tradicionales y los automóviles” señala USA Today.

Por su parte, en Los Ángeles, las empresas privadas de transporte están llenando las calles con bicicletas eléctricas que se pueden alquilar en una base y así disminuir la congestión de autos en las principales arterias.

Uno de los principales retos que enfrenta este mercado, a pesar de su incipiente popularidad y futuro prometedor, es la calidad de vida de los usuarios.

Dejando a un lado su uso como transporte diario, las personas no hacen paseos ni salen a practicar deporte, debido a que están lidiando con una vida más sedentaria que hace unos años.

“Creo que uno de los problemas que tenemos como sociedad son las pantallas. La gente es adicta. Los niños están jugando con los teléfonos, y las personas están observando Netflix. No hay tanta gente afuera que esté activa”, señala para el portal web, John Burke, CEO de Trek Bicycle, una de las marcas de bicicletas más grandes de Estados Unidos.

También menciona que algunos países han establecido el modelo de cómo puede lucir el ciclismo eléctrico en el futuro, mientras que el país norteamericano apenas está comenzando su propia revolución eléctrica.

Ciudades como Boulder, Colorado y Madison Wisconsin han invertido en infraestructura especial para bicicletas, no obstante, el país debe recorrer un largo camino para convertirse en “una nación amigable para los ciclistas” como sucede en Europa.

“Si quieres ver un país apto para bicicletas, ve a Dinamarca, si quieres ver un país apto para ciclistas, ve a Holanda”.

El empresario también hace énfasis sobre crear una cultura de este tipo de transporte para obtener más apoyo gubernamental y construcciones de áreas especiales en terrenos y carreteras públicas.

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