Este sábado 24 DE MAYO, habitantes de la Ciudad de México alzaron la vista y se encontraron con un espectáculo natural poco común: un halo solar, un anillo luminoso que rodeó al Sol y tiñó el cielo con tonos iridiscentes.
Aunque es un fenómeno conocido por la ciencia, su aparición siempre causa asombro, especialmente cuando ocurre en estaciones no habituales como la primavera.
De acuerdo con el Instituto de Astronomía de la UNAM, este fenómeno ocurre cuando se combinan bajas temperaturas en las capas altas de la atmósfera con humedad proveniente de los océanos.
Esto da lugar a la formación de nubes concoidas como "cirrostratus", que son nubes compuestas por cristales de hielo en forma de pequeños hexágonos, responsables de este efecto. Cuando la luz del Sol atraviesa estos cristales, se refracta y se descompone en colores, como sucede en un arcoíris.
Aunque los halos solares son más frecuentes en invierno debido a la presencia de corrientes de aire frío, su aparición en primavera, como ocurrió hoy, es posible cuando coinciden ciertas condiciones atmosféricas específicas.
Éste fenómeno, según los climatólogos, puede anticipar cambios en el clima, como la llegada de sistemas de tormentas o frentes cálidos, debido a la presencia de humedad en altura.
Este tipo de halo también puede producirse alrededor de la Luna, en lo que se conoce como "halo lunar", siempre y cuando haya luna llena y las condiciones atmosféricas sean similares. En ambos casos, el halo se forma a un ángulo fijo de 22 grados del astro, lo que da lugar a su característica forma circular perfecta.
La CONAGUA recordó que este fenómeno es completamente inofensivo, pero recomendó no mirar directamente al Sol sin protección adecuada, como lentes con filtro UV o utilizando métodos indirectos de observación, para evitar daños en la retina.