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A medida de que las cifras de infectados por coronavirus aumenta en Estados Unidos, decenas de instituciones públicas y privadas de diferentes sectores se han unido para apoyar su combate, ya sea con la donación de equipo médico, alimentos o ayudas monetarias.
En esta ocasión fue la Universidad de Yale que utilizó sus recursos para apoyar a los primeros respondedores en el estado de Connecticut, el cual suma 5 mil 675 casos confirmados y 189 muertes, según actualizaciones de la Universidad de Johns Hopkins.
La universidad puso a disposición del personal de salud y equipos de respuesta local de New Haven al menos 300 viviendas de emergencia compartidas dentro de su campus.
Estas estancias temporales están destinados para médicos, enfermeras, socorristas y bomberos que no regresan a sus hogares por temor a exponer a sus familiares al virus y están equipadas con baños privados, sábanas limpias, almohadas, mantas y artículos de tocador.
Asimismo la institución, a través del programa Yale Dining, decidió proveer alimentos para cada persona, además de lavandería y estacionamiento cercano.
“Todos nosotros en el campus nos sentimos extremadamente agradecidos con los profesionales de atención médica y los primeros en responder que trabajan durante esta crisis”, dijo en un comunicado de prensa Donald Filer, vicepresidente asociado de estrategia global de Yale.
“Queremos hacer todo lo posible para facilitar un poco sus esfuerzos”, añadió.
El gesto se logró gracias al esfuerzo de funcionarios del campus, voluntarios y alumnado que limpiaron las habitaciones, instalaron aire acondicionado, asignaron lavabos e inodoros, realizaron controles de seguridad en elevadores, grifos y duchas.
“Hemos tenido voluntarios de toda la universidad que nos han ayudado, desde la oficina del presidente, recursos humanos,las bibliotecas, comedores, instalaciones, viviendas, hasta 45 voluntarios en pocos días”, dijo Ronald Gitelman, administrador de la flota de vehículos de Yale.
“Todos entran, listos para partir, con un espíritu de ayuda. Ha sido impresionante”.
El 2 de abril llegó el primer residente que ocupó una de las viviendas asignadas fue un bombero de New Haven. Su llegada impulsó a Yale a adaptar más viviendas dentro del campus y se espera que sean ocupadas las próximas semanas.
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