Francia se encomendó este jueves a la ayuda europea para hacer frente a la peor ola de incendios que ha asolado el país en años, que han arrasado ya más de 50,000 hectáreas en todo el país y que han superado los medios humanos y materiales para la lucha contra el fuego.

El presidente, Emmanuel Macron, que se encuentra de vacaciones en la residencia estival de Bregançon, anunció a través de la red social Twitter que los más de 10,000 bomberos franceses desplegados en la decena de fuegos declarados en el país serán reforzados con efectivos de Alemania, Grecia, Polonia, Rumanía y Austria.

"Nuestros socios europeos acuden en ayuda de Francia frente a los incendios. Gracias a ellos. La solidaridad europea está en marcha", indicó Macron.

Además, el Elíseo precisó que también tendrán ayuda de la Comisión Europea, que se ha encargado de coordinar la llegada de cuatro aviones, dos desde Grecia y dos desde Suecia, para incorporarse enseguida a las labores de extinción.

Agregó que 64 bomberos y 24 vehículos llegarán desde Alemania este jueves, 146 efectivos y 49 vehículos de Polonia este viernes y otros refuerzos de Austria y Rumanía están siendo reunidos en esos países para llegar lo antes posible.

Generalmente Francia suele contribuir con aviones y bomberos a las ayudas de extinción en otros países, pero en esta ocasión ha sido golpeada de lleno por la oleada de incendios que las autoridades del país vinculan de forma directa con la desregulación térmica que provoca el cambio climático.

SEQUÍA Y TEMPERATURAS RÉCORD

El país afronta una profunda sequía y temperaturas récord, lo que está contribuyendo a agravar la situación.

El principal foco de preocupación está siendo el departamento de la Gironda, en el suroeste, que en lo que va de verano concentra casi la mitad de la superficie que ha ardido en el país.

Tras el incendio que en julio arrasó 12,000 hectáreas, el pasado martes se reavivaron las llamas y ya son otras 7,400 las que han sido pasto de las llamas, lo que ha obligado a desalojar a unas 10.000 personas de sus hogares.

Hasta allí se trasladó este jueves la primera ministra, Élisabeth Borne, acompañada del titular de Interior, Gérald Darmanin, donde apuntó que la violencia del incendio de Gironda puede dar a entender un "origen criminal", aunque pidió que se espere a conocer el resultado final de las investigaciones.

Los bomberos apuntaban hasta ahora que el fuego se habría reavivado tras haber quedado enterradas las llamas de julio pasado y con el incremento de las temperaturas de los últimos días.

La jefa de Gobierno se reunió con alcaldes de la zona afectada, que pidieron más medios materiales y humanos.

Ante ellos defendió el dispositivo desplegado, "el mayor nunca puesto en marcha para combatir un incendio" y en el que hay nueve aparatos aéreos, que serán once a partir de mañana".

Los medios que llegan de otros países de Europa servirán para reforzar el dispositivo, pero también para dar tregua a los bomberos que llevan semanas sin descanso.

Fuentes del Elíseo precisaron que las peticiones de ayuda no se hacen directamente a cada país sino a Bruselas, y cada país propone su ayuda en función de sus capacidades.

Consecuencia del fuego, que se extiende al sur de Burdeos, la autopista A63, que conduce a la frontera con España, está sufriendo cortes intermitentes de tráfico, en particular para los camiones.

El humo provocado dificulta la visibilidad, por lo que también se ha cerrado de forma intermitente la frontera con España a los transportistas, mientras que en proximidades de Burdeos se proponen itinerarios alternativos para evitar la zona más afectada.

Dos bomberos han fallecido cuando luchaban contra el fuego, aunque ninguno de ellos víctima de las llamas, según las autoridades. A ellos les rindió homenaje Macron, que calificó de "héroes" a quienes luchan contra el fuego.

ORIGEN HUMANO

Darmanin indicó que nueve de cada diez inicios de fuego tienen un origen humano, como sucedió en el Aveyron, en el sureste de Francia, donde un agricultor se encuentra inculpado después de que las autoridades consideraran que el fuego fue provocado por labores que efectuaba en el campo con una máquina.

En esa zona, unas 700 hectáreas han ardido, aunque el fuego todavía no está controlado, a diferencia que el de Maine et Loire, en el noroeste, que los bomberos consideran controlado tras haber afectado a unas 1.500 hectáreas.

Darmanin pidió a empresas y administraciones públicas que liberen de obligaciones laborales a toda persona que tenga formación de bombero voluntario para poder combatir los fuegos.

Empresas como Carrefour, la que más trabajadores tiene en el país, envió una circular a sus centros comerciales para que den días libres a quienes tengan esa formación, algo que también ordenó la región de Marsella.

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