Los temores de una escalada regional delcrecieron el domingo: Teherán advirtió que "nadie" podría "garantizar el control de la situación" en caso de una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza mientras que Estados Unidos expresó temor por un posible "involucramiento directo" de Irán.

De visita en Qatar el domingo, el Ministro de Asuntos Exteriores de Irán advirtió sobre una posible "ampliación del conflicto".

"Si continúan los ataques del régimen sionista contra la población indefensa de Gaza, nadie puede garantizar el control de la situación", afirmó Husein Amir-Abdollahian en una entrevista con el canal qatarí Al Jazeera.

Existe "el riesgo de una escalada de este conflicto, de la apertura de un segundo frente en el norte y, por supuesto, del involucramiento de Irán", subrayó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, entrevistado por la cadena CBS el domingo.

"Es un riesgo, y es un riesgo del que somos conscientes desde el comienzo" del conflicto, añadió el asesor del presidente Joe Biden.

De su lado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, subrayó que no se quería "ver a otro grupo terrorista como Hezbolá expandirse y abrir (nuevos) frentes".

Ya la asesora especial de la ONU para la prevención de genocidios, Alice Wairimu Nderitu, mencionó en un comunicado de prensa el domingo el "riesgo muy grave de una escalada militar en la región".

Durante una entrevista telefónica, el presidente francés, Emmanuel Macron, por su parte, "advirtió" a su homólogo iraní, Ebrahim Raïssi, "contra cualquier escalada o extensión del conflicto", pero "particularmente en el Líbano", anunciaron voceros del gobierno.

Crece la tensión

Los enfrentamientos mortales están aumentando entre el Hezbolá proiraní y el ejército israelí en la frontera con el Líbano.

"Un grado más en el nivel de la escalada. Un pequeño grado, pero en este tipo de situación los pequeños detalles tienen una enorme importancia", advirtió Heiko Wimmen, especialista del International Crisis Group (ICG), en la red X sobre un ataque de Hezbolá contra tierras israelíes y el aumento de la tensión regional.

Desde el inicio de la guerra desatada tras el el 7 de octubre, los enfrentamientos en la frontera dejaron una decena de muertos en el lado libanés, en su mayoría combatientes, pero también un periodista de Reuters y dos civiles. Del lado israelí, al menos dos personas murieron.

En un comunicado el domingo por la tarde, Hezbolá reivindicó un nuevo ataque en el norte de Israel, en la zona de Hanita, afirmando haber "matado y herido a varios soldados enemigos" y destruido dos tanques Merkava y otro vehículo militar.

Además, el Hamás palestino, que también tiene combatientes en el Líbano, anunció que había disparado varios cohetes hacia el norte de Israel.

Aviones de combate israelíes atacan posiciones de Hezbolá en el Líbano y se producen intercambios de disparos en la frontera, según voceros militares hebreos.

Jake Sullivan resaltó por ello que no se puede descartar "un involucramiento directo" de Irán en la pelea.

"Es por eso que el presidente actuó tan rápida y decisivamente para trasladar un portaviones al Mediterráneo oriental, para tener aviones en el Golfo, porque envió un mensaje muy claro a cualquier Estado o entidad que intentara aprovechar esta situación", declaró además el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca.

El ministro de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció el sábado que Estados Unidos enviaría un segundo portaviones al Mediterráneo oriental, con el fin de "disuadir acciones hostiles contra Israel o cualquier intento de extender esta guerra".

Cómplice

Funcionarios israelíes indicaron que más de 1.400 personas murieron en Israel durante el ataque de Hamás, en su mayoría civiles, incluidos niños, y más de 155 israelíes fueron tomados como rehenes.

En Gaza, la respuesta israelí mató a más de 2.670 personas e hirió a más de 9.600, según autoridades locales.

Israel también afirmó haber encontrado los cuerpos de 1.500 combatientes de Hamás en su frontera con la Franja de Gaza y alrededores.

Husein Amir-Abdollahian.

"Irán no puede quedarse de brazos cruzados" ante la situación en Gaza, insistió el ministro de Exteriores iraní a Al Jazeera, afirmando que Estados Unidos también se vería afectado en caso de una conflagración en la región.

La República Islámica apoya financiera y militarmente a Hamás, pero rechaza las acusaciones de su participación en el ataque del 7 de octubre.

Sin embargo, para John Kirby, "Irán es en gran medida cómplice".

Entrevistado el domingo en NBC, el influyente senador republicano Lindsey Graham lanzó una advertencia a Teherán.

"Si buscan inflamar esta guerra, nos encontrarán", sentenció.



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