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Investigadores de la Universidad de California encontraron pruebas que podrían ser el peor temor de todas las personas que están a dieta: el olor de la comida también puede hacerte engordar.

En este nuevo estudio los investigadores utilizaron ratones a fin de realizar las pruebas y comparar los resultados, para ello tuvieron que manipular el sistema del olfato de un grupo de roedores disminuyendo su sentido para dificultar la inhalación de los olores de la comida.

Por otra parte, un segundo grupo de ratones también fue manipulado, pero ahora potenciando su sentido del olfato y el último grupo se dejó intacto. De acuerdo con el estudio publicado en el, el método que se utilizó fue el de terapia génica para destruir neuronas olfativas.

Una vez segmentados los grupos, los investigadores de esta universidad en Berkley, EU, procedieron a realizar un análisis de tres semanas en las cuales alimentaron con comidas ricas en grasa a los ratones; a todos se les dio la misma cantidad durante todos los días de la prueba.

Los hallazgos fueron sorprendentes y para infortunio de las personas que no quieren romper la dieta, también reveladores.

Los resultados

Al inicio del experimento, los roedores tenían un peso promedio de 25-30 gramos y una vez finalizado el mismo se encontró que los ratones manipulados para tener un sistema olfativo deficiente ganaron sólo un 10% más de peso, pasando de 30 gramos a solo 33 gramos, mientras que los ratones normales ganaron alrededor del 100% de su peso normal, aumentando hasta 60 gramos.

En cuanto a los ratones alterados para ser más sensibles del olfato ganaron mucho más peso después la dieta estándar que los ratones normales.

“Los hallazgos sugieren que el olor de lo que comemos puede jugar un papel importante en cómo el cuerpo se ocupa de las calorías. Si no puede oler su comida, puede quemarla en lugar de almacenarla”, se explicó en el estudio.

"Los sistemas sensoriales juegan un papel en el metabolismo. El aumento de peso no es puramente una medida de las calorías consumidas, también se relaciona con cómo se perciben (huelen) esas calorías", dijo Andrew Dillin, autor principal en la investigación Thomas and Stacey Siebel sobre células madre, profesor de biología molecular y celular y investigador del Instituto Médico Howard Hughes. "Si podemos validar esto en los seres humanos, tal vez podamos hacer una droga que no interfiera con el olfato pero bloquea los circuitos metabólicos. Eso sería sorprendente".

De acuerdo con los investigadores de este estudio, los seres humanos son más sensibles a los olores cuando tienen hambre que después de haber comido (...). Mientras busca alimento, el cuerpo almacena calorías en caso de que no tenga éxito en encontrar algo que comer”.

(Si te preocupa el tema del maltrato a los animales, debes saber que las neuronas alterada en los ratones les fueron recuperadas posteriormente con células madre).

Pero ninguna batalla esta perdida, si aún quieres comenzar una dieta para una vida saludable, échale un vistazo a la siguiente galería para conocer las dietas que te pondrán en forma.

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