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La testosterona es una especie de mensajero del cuerpo, esta hormona esta directa e indirectamente relacionadas con muchas funciones corporales.
Los niveles de testosterona comienzan a declinar lentamente en los hombres a partir de los 30’s, pero existen factores que pueden acelerar está perdida.
La obesidad es un factor que disminuye los niveles de testosterona, también el consumo de ciertos medicamentos y la falta de ejercicio o actividades físicas.
Los hombres con bajos niveles de testosterona experimentan fatiga, aumento de peso, problemas de concentración, bajo deseo sexual y pérdida de masa muscular.
Los niveles de testosterona se pueden evaluar por medio de la orina, sangre y saliva.
Un balance sano de la testosterona reporta mejoras en rendimiento y resistencia, incremento del deseo sexual e inclusive pérdida de peso.
Existen productos en el mercado que prometen el aumento en la producción de esta hormona, sin embargo muchas veces se trata de hormonas sintéticas que no son muy eficientes.
Típicamente la testosterona se administra a través de la piel en gel o parches, también existen inyecciones que permiten mejor acceso al torrente sanguíneo, con resultados más rápidos
La testosterona también se encuentra presente en las mujeres aunque en menores cantidades.
Como en todo, la testosterona necesita estar en buen balance, hombres con demasiada testosterona pueden experimentar cambios de humor e irritabilidad además de problemas de acné.
Con información de How Stuff Works
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