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El Centro Cognitivo de la Toledo Clinic, un hospital de Ohio, Estados Unidos, recibió una demanda colectiva por parte de más de 50 pacientes sanos a los que les diagnosticó Alzheimer.
La inculpada es la directora de la clínica, Sherry-Ann Jenkins, y su esposo, el propietario, quienes abrieron el Centro Cognitivo de la Toledo Clinic a principios del 2015, con más de 150 médicos.
Las demandas dicen que Jenkins, quien tiene un doctorado en ciencias de la psicología, no estaba autorizada a ordenar exámenes médicos y que su esposo, un médico licenciado que es socio de la Toledo Clinic, fue quien firmaba las solicitudes de exámenes y a veces figuraba como el médico de los pacientes.
Los pacientes demandaron también a la Toledo Clinic, diciendo que debió haber sabido que Jenkins no tenía la preparación ni los títulos para tratar y diagnosticar pacientes. Michael D'Eramo, director gerente de la Toledo Clinic.
Algunos pacientes describen a Jenkins como una mujer compasiva, cálida, que al terminar las sesiones les decía que le diesen un abrazo. A sugerencia de ella, varios aparecieron en artículos periodísticos elogiando los beneficios de sus tratamientos holísticos, que incluían juegos para la memoria y dosis diarias de aceite de coco.
La mayoría de los pacientes a los que se les diagnosticó Alzheimer asistieron a la clínica tras sufrir lesiones cerebrales.
