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Aunque algunas veces no podemos esperar a quitarles las etiquetas a la ropa que compramos para ponérnosla, convendría detenerse y pensar en meterla a la lavadora antes de que entre en contacto con nuestra piel.
Según el Wall Street Journal debido a que las leyes en cada país son diferentes, una serie de químicos podrían estar siendo usados en la fabricación de ropa que podrían irritar la piel.
De acuerdo a Donald Belsito, profesor de dermatología del Centro Medico de la Universidad de Columbia en Nueva York, a veces convendría lavar la ropa nueva hasta dos veces antes de usarla.
Algunos textiles sintéticos adquieren su color mediante procesos químicos cuyas sustancias podrían causar reacciones severas en personas alérgicas a estas e irritaciones, comezón o resequedad en la piel que entre en contacto con la tela.
El profesor Belsito agrega también que no sabemos quién ha tocado la ropa en la tienda, antes de comprarla, haciendo posible que gérmenes y otros bichos puedan estar escondidos en la tela.
Se han visto casos de piojos y otras plagas propagadas en la ropa, también infecciones, afirma el dermatólogo.
La ropa nueva debería lavarse al menos una vez antes de usarse.
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