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Carlos Albert

No me cansaré de repetirlo... para quienes amamos y gustamos del futbol, resulta un privilegio disfrutar lo que hacen los jugadores considerados FUERA DE SERIE, y muy puntualmente, dos o tres SUPERDOTADOS que marcan una enorme diferencia en este bello deporte, que día con día aumenta su popularidad y se mete en el corazón de millones de aficionados.
Cierto que para que esto ocurra tiene mucho que ver, no sólo la capacidad, habilidad, inteligencia, virtuosismo y técnica individual de estos maestros, sino también, aunque sin ser lo fundamental, el crecimiento y avance de las ciencias aplicadas al deporte y el acondicionamiento físico y psicológico de los deportistas, así como la tecnología en los implementos y equipamiento de los mismos.
La verdad es que por sobre todo esto, afortunadamente prevalece, como ya comenté, están el talento humano, la picardía, el dribling inesperado, el toque de primera intención y exacta definición, el pase al hueco, la pared perfecta contra la que no hay defensa, el cabezazo fulminante, el cambio de ritmo, las coberturas defensivas y la anticipación, el balón con efecto mortal, la chilena inesperada, etc. Todo este bagaje de monerías (Y MUCHAS MÁS), que marcan las diferencias entre los futbolistas.
Esto viene a colación, porque creo que quienes vivimos esta época, tenemos el privilegio de poder vibrar y sentir el futbol a través de varias grandes figuras y especialmente con la presencia de jugadores casi milagrosos como MESSI y CRISTIANO RONALDO.
Sin tratar de ahondar en la inevitable comparación de estos milagros del futbol, me quiero referir a "los otros", a esos que no se pueden ni deben compararse con los dos cracks antes mencionados, pero que están cerquitita, dos o tres escalones debajo de los dioses. Esos futbolistas nunca serán ni MESSI ni RONALDO, pero en muchas ocasiones son también un espectáculo. Dos escalones abajo, pero también extraordinarios.
De esos vimos varios en la final de la Champions. De esos, también, vemos a muchos semana a semana en tantos y tantos juegos.
Y claro que esta final resultó un privilegio. ¡OOOTTTRRRAAA VVVEEZZ RONALDO! ¡SIEMPRE RONALDO!
Y para los viejos como yo, no resulta fácil hablar de DIOSES DEL FUTBOL, porque vimos a dos incomparables como PELÉ (EL MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS), y MARADONA... y antes a DI ESTÉFANO y a muchos más.
PD.- Lo dicho: somos unos privilegiados.

futbol@eluniversal.com.mx

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