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Como la canción de Frank Sinatra "Yo dejé mi corazón en Nueva York", es difícil visitar la gran manzana y no enamorarse con ella.
Desde el año de 1967, la ciudad inició una campaña dedicada al compromiso con el arte urbano de parte de la entidad pública de Parques, Recreación y Asuntos Culturales, cuando organizó su primera exposición de esculturas al aire libre.
De acuerdo a la página de nycgovparks.org su intención era "usar el espacio exterior público como un museo al aire libre, permitiendo que los trabajos de arte anduvieran sueltos en la ciudad, invadiendo nuestras caminatas y mandados de la vida cotidiana".
Con este movimiento público el arte fue creando la tendencia del arte urbano como parte de la vida diaria de los neoyorquinos y visitantes por igual. Continúan explicando que el apoyo de la ciudad ofreció a los artistas de todos los estilos, concentraciones y orígenes, la oportunidad de usar Nueva York como su galería privada.
Los espacios usados abarcan parques de toda magnitud--públicos, en vecindarios, de juegos y áreas de tráfico de peatones. Las instalaciones suelen ser temporales durando de 3 a 6 meses. Algunos artistas emergentes han logrado notoriedad, otros ya tienen fama internacional como el arquitecto español Santiago Calatrava, quien expuso 7 esculturas de metal (3 rojas, 2 plateadas y 2 negras) en sus calles.
Al visitar Nueva York, lo más probable es que logre encontrarse con alguna de estas maravillosas instalaciones de arte urbano.
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