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Salir en un crucero es una de las actividades que más realizan las personas cuando se retiran de trabajar en Estados Unidos.

Pero los 26 millones de personas que toman un crucero al año, Lee Wachtstetter de 88 años es un caso muy particular.

Hace unos años la mujer de 88 años vendió su casa de 5 recamaras en Fort Lauderdale Florida y se mudó a vivir permanentemente en un crucero de lujo.

La mujer ha sido por 9 años pasajero de varios crucero, hoy en día se encuentra a bordo del crucero Crystal Serenity, un lujoso barco con capacidad para 1070 personas más 655 miembros de tripulación.

“Mi esposo me indujo a viajar en cruceros” recuerda Watchtstetter “Mason era banquero y evaluador de bienes racices, él me enseñó a amar los cruceros”.

Durante 50 años la pareja tomó 89 viajes juntos, desde que su marido falleció Lee ha realizado muchos más que esos.

La anciana afirma que ha visitado más de 100 países, “He visitado casi cada país que tenga un puerto” y entre sus países favoritos están los asiáticos, pues los encuentra tan diferentes a Estados Unidos.

Durante sus años a bordo del barco, Lee se ha ganado el afecto de la tripulación, quienes la llaman “Mamá Lee”, por lo que la mujer se siente acompañada.

“El día que mi esposo murió de cáncer en 1997, me dijo, no dejes de tomar cruceros. Así que seguí su consejo y vivo una vida sin estrés, como en un cuento de hadas” afirma la anciana.

Los miembros del crucero hacen todo lo que este a su alcance para que “Mamá Lee” se encuentre cómoda y contenta. Mucho mejor de lo que estaría en una casa de retiro, afirma.

Y aunque admite que extraña a sus hijos y nietos, se mantienen en contacto y los puede ver a través de su laptop.

Esta vida libre de estrés, despertando con la brisa del mar y no tener que preocuparse por nada, le cuenta a Lee, 164 mil dólares al año.

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