Las lluvias torrenciales registradas la noche de este lunes en la provocaron severas inundaciones en distintos puntos de la metrópoli, y esto debido a un fenómeno meteorológico poco conocido, pero potencialmente devastador, está llamando la atención de especialistas: el microburst o "microexplosión atmosférica", una intensa ráfaga de viento descendente que puede causar estragos en segundos.

¿Qué son los microburst?

Como lo señala la National Oceanic and Atmospheric Administration del gobierno de Estados Unidos, los microbursts son columnas de aire que descienden violentamente desde una tormenta eléctrica hacia la superficie, expandiéndose al tocar el suelo. Aunque su radio de impacto suele ser menor a 4 kilómetros, su potencia puede ser equivalente a la de un tornado de categoría EF-1, con vientos que superan los 160 km/h (100 mph), capaces de arrasar árboles, estructuras, casas móviles y representar un riesgo mortal para la aviación.

Existen dos tipos principales: el microburst húmedo, que viene acompañado de fuertes lluvias y granizo, y el microburst seco, que ocurre con poca o nula precipitación. Ambos tipos tienen un origen común: una intensa corriente ascendente dentro de una tormenta que sostiene gotas de agua y granizo en las capas altas de la nube. Cuando esa corriente se debilita, el núcleo de agua y hielo cae repentinamente.

Al tocar tierra, el aire se dispersa horizontalmente con fuerza en todas direcciones, generando un impacto concentrado que puede pasar desapercibido para el radar meteorológico, debido a su corta duración y radio de acción.

¿Qué tan peligroso es un microburst?

Uno de los mayores retos de los meteorólogos es detectar y advertir con tiempo suficiente sobre la formación de un microburst. Los modelos actuales permiten identificar condiciones propicias hasta con 6–12 horas de antelación. Sin embargo, muchos microbursts ocurren entre escaneos del radar, lo que puede reducir la ventana de alerta o impedir que se emita una advertencia a tiempo.

La comunidad meteorológica insiste en que las alertas por tormentas severas deben ser tomadas tan en serio como una alerta de tornado, debido al nivel de destrucción que puede provocar un microburst. Ejemplos documentados incluyen árboles arrancados de raíz, líneas eléctricas derribadas, y casas móviles completamente destruidas en segundos.

Este fenómeno es más frecuente durante las tardes calurosas y húmedas del verano, especialmente en regiones del sureste de Estados Unidos, aunque también puede presentarse en ciudades como la Ciudad de México, como se ha reportado recientemente.

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