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Una biblioteca que está construida en la línea fronteriza de Estados Unidos y Canadá es la única en el mundo que se encuentra en dos países a la vez.

Una de las leyendas urbanas en el estado de Vermont, Estados Unidos, y la provincia canadiense de Quebec, es que quienes definieron la frontera entre ambas naciones en esta región lo hicieron en estado de ebriedad por sus variaciones a lo largo del paralelo 45.

Los residentes de esta región han ignorado históricamente la frontera entre ambos países, y durante cerca de 200 años las zonas de Derby Line, Vermont, y Stanstead, Quebec, han funcionado prácticamente como una ciudad.

En la zona, los habitantes de ambos países consumen las mismas reservas de agua, trabajan en las mismas fábricas, juegan los mismos deportes (principalmente el curling) y utilizan el mismo hospital cerca de Newport, Vermont.

Una de las instalaciones que comparten ambas regiones es la Biblioteca Pública y Sála de Ópera Haskell, que consiste en un edificio construido deliberadamente sobre la línea internacional en 1901 por la esposa canadiense de un acaudalado comerciante estadounidense.

Los últimos 15 años, debido a las medidas de seguridad impuestas en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la cultura común de ambas localidades se ha erosionado.

La Biblioteca, contra todos los pronósticos, ha continuado al servicio tanto de los originarios de Vermont como de los ciudadanos quebequenses, y se mantiene como un espacio trasnacional que brinda servicio al público de ambas naciones sin necesidad de pasaporte.

Se trata de la única biblioteca en el mundo que existe y opera en dos países.

El edificio de arquitectura victoriana consta de dos niveles. El primero alberga la biblioteca pública, y en el segundo piso se encuentra la casa de ópera, que fue construida siguiendo el modelo de la Casa de Ópera de Boston.

La colección de libros y el escenario de la ópera están localizados en territorio canadiense, pero la entrada principal y la mayor parte de los asientos de la ópera se encuentran en el lado estadounidense de la frontera, es por ello que ésta es la única biblioteca sin libros, la única casa de ópera sin escenario en Estados Unidos.

La biblioteca tiene una colección de más de 20 mil ejemplares en francés y en inglés y está abierta al público 38 horas a la semana. El edificio es reconocido como un sitio histórico en ambos países.

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