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¿Alguna vez has escuchado hablar sobre la Inteligencia Emocional?

Según , el término se refiere a la capacidad de reconocer, entender y manejar las emociones propias, así como las de los demás en un entorno profesional.

Por una parte, esta capacidad llega a tener un origen innato, pero también tiende a desarrollarse con la práctica para encaminarnos a buenas relaciones y conductas, indica la profesora de comportamiento organizacional Stephane Côte para .

La inteligencia emocional llega a sustentar gran parte del éxito de los profesionistas en su entorno laboral ya que les permite controlar sus emociones, pero, ¿cómo una persona que está iniciando en un nuevo aprende a hacerlo?

Côte dice que las habilidades de la inteligencia emocional pueden adoptarse con una serie de aprendizajes como reconocer los entornos que activan las emociones.

Por ejemplo, si el trabajo o los roles a desempeñar causan <span >estrés</span>, se recomiendan evitarlos, ya que de lo contrario, las emociones tendrán un gran poder sobre la forma de pensar y actuar, hasta alejar las posibilidades de encontrar el éxito.

Por su parte, se recomienda canalizar las emociones para la tarea en cuestión, es decir, actuar de una forma positiva ayudará a tener mejores resultados en un trabajo creativo, mientras que una actitud neutral ayudará ante desafíos complicados.

Stephane dice que para encontrar el éxito, las personas se deben asegurar de no guardar sus sentimientos, “cuando las personas reprimen sus emociones, pueden ocasionar un agotamiento a largo plazo, lo que podría tener un impacto negativo en su carrera a largo plazo”.

Los trabajadores pueden encontrar ayuda en sus seres queridos, compañeros de trabajo e incluso en Recursos Humanos para sacar las emociones que los embarga.

Una cuarta sugerencia que da Côte se centra en reevaluar las circunstancias antes de mostrar emociones, y replantearse los problemas como desafíos que se pueden superar.

Por último, se aconseja no reaccionar de una manera negativa, violenta o llena de enojo ante una circunstancia que necesite la toma de decisiones o la relación con colegas o jefes.

Las emociones pueden hacer una mala jugada hasta el punto de crear un arrepentimiento posterior.

Identifica los signos fisiológicos que evidencien tu enojo, tristeza o impotencia como un ritmo acelerado, mareo y sensación de lucha o ‘huida’.

Trata de calmarte, respira profundo y da una caminata para atraer tranquilidad.

Si consigues hacer todo lo anterior para mejorar tu inteligencia emocional, atraerás el éxito en todo lo que hagas, incluso podrás destacar más que tus compañeros que presumen de tener un IQ alto.

Foto: Pixabay

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