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En la actualidad, cuando una persona se cambia de trabajo en los Estados Unidos es muy probable que tenga muchos compañeros de trabajo millennials.

Es decir, serán jóvenes cuya generación nació entre 1982 y antes de 2004.

De acuerdo al Pew Research Center, los millennials son la generación más grande en la fuerza laboral actual, según el análisis de los datos del U.S. Census Bureu hecho por este centro de investigación.

Por lo tanto, un trabajador de una diferente generación experimentará diferencias en cuanto a costumbres laborales (por ejemplo, los millennials prefieren los horarios flexibles) o las normales diferencias generacionales.

Una característica de esta generación es que pasan pegados a sus teléfonos inteligentes porque muchos son nativos digitales.

Por esta razón, se ha escrito mucho de cómo mantenerlos ocupados en los trabajos o atraerlos.

Ahora bien: ¿Y cómo trabajar con compañeros millennials?

Hallie Crawford, coach de carreras y columnista de U.S. News, explica, según estudios, a pesar de las diferencias generacionales, los trabajadores en general tienden a coincidir en los mismos fines profesionales.

Estos fines son: Hacer un impacto positivo, seguir una pasión y tener un balance entre la vida personal y la vida laboral.

De hecho, de acuerdo a otro artículo del U.S. News, lo que más valoran los millennials en cuanto a desarrollo profesional es el salario.

En segundo lugar, el balance entre la vida personal y laboral.

Así que: ¿Competir con ellos o cómo adaptarse?

Crawford sostiene que todo trabajador debe enfocarse en desarrollar  “habilidades blandas”, que son atributos personales que le ayudar a una persona a relacionarse con otras.

Estas “habilidades blandas” son, entre otras: creatividad, organización, amabilidad, puntualidad, capacidad de adaptación, habilidad de trabajar en equipo.

Al contrario de las “habilidades duras”, que el empleador puede enseñar (como, manejar un software), las “habilidades blandas” las puede desarrollar el mismo trabajador a través de cursos, lecturas o pasatiempos.

Otra recomendación de la entrenadora es tomar la iniciativa.

Es decir, si el equipo tiene un problema proponer una solución. Esto mostrará al empleador que el trabajador es valioso.

Y tercero, no hacer caso a los estereotipos generacionales y no valerse de ellos para sobresalir. Más bien, resaltar lo que hace al trabajador único en su industria, su aporte específico.

Por otra parte, un columnista de la revista Forbes ofrece un consejo más, esta vez como empleador.

“La regla número uno para trabajar con millennials es simple: trata a cada persona como individuo. Conoce sus metas personales. Descubre la mejor forma de utilizar las habilidades de esa persona. Entrena para un desarrollo profesional que refleje la que hace único a ese millennial”.

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