La asistencia de Meghan Markle a las despedidas de la reina Isabel II y su aparición en público en Windsor con los y Harry provocó una reacción mixta entre los británicos que aún sienten adoración hacia ella y quienes rechazan las declaraciones explosivas contra la familia real.

Luego de recorrer la acera del castillo de Windsor para ver los tributos a Su Majestad, Meghan y los príncipes se acercaron para saludar a las multitudes.

Cuando Meghan se acercó a estrechar las manos a los asistentes, hubo quien la rechazó y desairó su intento de saludar, demostrando su descontento por presentarse en Reino Unido luego de las declaraciones que dio con Oprah y en Vogue sobre racismo y la supuesta discriminación que vivió como miembro real. 

Una de las personas que estaban en primera fila parecía enojada por su asistencia, y cuando Meghan se acercó a saludarla, ésta miró hacia otro lado y le negó el saludo, incluso evitó el contacto visual y no mostró intención en estirar el brazo.

Si bien el momento fue incómodo, Meghan supo manejarlo al continuar con sus saludos y su amplia sonrisa. Por el contrario, en redes sociales circula el video donde la mujer que rechazó su saludo comienza a reírse. 

Otros asistentes más aceptaron el saludo de la duquesa de Sussex, pero con rostros serios y poco amigables.

En Twitter, los internautas dijeron que su molestia hacia Meghan no era asunto de racismo como ella lo ha planteado en las entrevistas explosivas, sino que la rechazan, al igual que los medios de comunicación británicos por la forma en que ha hablado de la familia real.

“A los británicos no nos desagrada Meghan Markle por su raza, a nosotros no nos agrada porque ha destrozado nuestro país y nuestra familia real. Nuestra aversión por ella está perfectamente justificada”.

Otros usuarios culparon a Meghan de la muerte de la Reina por los múltiples disgustos que le dio al hablar mal de la realeza.

Entre más momentos incómodos que vivió la esposa de Harry destacó el intercambio de palabras que tuvo con un ayudante real que le pidió pasarle los ramos de flores que le daba la multitud para que no los estuviera cargando.

Un ayudante real le pidió a Meghan que le entregara los ramos; sin embargo, ella se negó y con una sonrisa incómoda y nerviosa le dijo que ella estaba prometiendo a la gente poner las flores junto al resto que había afuera de Windsor.

Al notar que no podía hacer nada con las flores, accedió a entregarlas a un segundo asistente que le pidió que le diera los ramos.

Según especulaciones que surgieron en redes sociales, Meghan no sabía que la realeza no puede cargar con flores o regalos similares por su propia seguridad. Algunos internautas señalaron que las flores pueden contener químicos o incluso veneno o explosivos escondidos.

Durante su recorrido por el exterior del castillo junto a Harry, William y Kate, Meghan se mostró nerviosa e incómoda, incluso dicen los expertos en lenguaje corporal que se veía perdida y que trataba de alejarse a toda costa de los nuevos príncipes de Gales.

Asimismo, trató de refugiarse en su marido, sosteniéndole la mano en todo momento y tratando de estar lo más lejos del resto.

Según los informes, la salida de los príncipes y de Meghan no estaba planeada; sin embargo, William los invitó a recorrer los tributos de forma inesperada y repentina como esfuerzo a una posible reconciliación.

Un asistente a Windsor dijo sobre la reunión de los príncipes y Meghan: “Estoy contento de que hayan venido juntos y, como familia, estoy encantado de que todos se hayan tomado el tiempo para venir y saludar a la multitud. Las cosas tristes como los funerales unen a las familias, así que espero que cuando regresen a California piensen largo y tendido sobre todo lo que sucedió”.

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