sufre el azote de un "incesante desfile de ciclones", según los servicios meteorológicos, que descargarán este jueves nuevas lluvias torrenciales tras inundaciones y deslizamientos de tierra que ya dejan al menos 19 muertos.

Los temporales previstos se desplazarán hacia la zona norte de este estado de la costa oeste de Estados Unidos, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

Otros estados en la costa noroeste del Pacífico se verán afectados el sábado temprano, agregó.

"Se espera que las lluvias más intensas afecten el noroeste de California durante los próximos dos días", según el NWS.

Las lluvias torrenciales de los días previos sobre suelos ya saturados de agua generaron cortes de energía, numerosas inundaciones que arrastraron automóviles, arrancaron árboles y cortaron carreteras principales.

En algunos lugares hubo niveles de precipitaciones que no se alcanzaban desde hace 150 años.

En Aptos, una pequeña localidad a poco más de una hora en auto al sur de San Francisco, los residentes intentaban recuperarse de las inundaciones de los últimos días.

"Es probablemente la peor inundación que he visto desde que me mudé aquí en 1984", dijo Doug Spinelli a la AFP.

El arroyo de la ciudad "corría tan fuerte, (...) había troncos de árboles arrastrados por el río, casi uno cada treinta segundos", comentó este vecino.

"Fue increíble ver la cantidad de escombros y madera que arrastraba el torrente".

Más de 35,000 hogares y comercios estaban sin luz la madrugada del jueves, según el sitio especializado PowerOutage.us.

El gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió que aunque las tormentas de los próximos días serán menos potentes, serán igualmente peligrosas.

"Este lugar está saturado. Ahora una cantidad más modesta de precipitaciones puede tener un mayor impacto (....) sobre el terreno", advirtió, y enfatizó que el pronóstico prevé que las condiciones continúen al menos hasta el 18 de enero.

En partes del estado de Washington, estaban en efecto advertencias de avalancha, dado que la tormenta provoca nieve más húmeda y pesada en las montañas.

"Se espera que se produzcan avalanchas peligrosas y de gran tamaño de forma natural durante este fenómeno meteorológico húmedo y nevado que nos afectará el jueves", dijo el Centro de Avalanchas del Noroeste (NWAC).

Las llamadas "avalanchas de placas húmedas" son especialmente preocupantes, ya que la nieve más húmeda se amontona sobre la nieve más ligera y esponjosa, haciendo que el manto sea inestable.

"¡Se desaconseja encarecidamente viajar a la montaña este fin de semana! Si tiene que viajar, prevea estar en su destino antes de las 4pm del viernes", dijo el NWS.

En una vasta zona desde San Francisco hasta Oregón, había alerta de inundaciones.

Las advertencias se producen mientras la región se recupera de las tormentas que dejaron al menos 19 muertos en California.

En Paso Robles, en el centro del estado, un niño de cinco años seguía desaparecido después de que el auto en el que su madre lo llevaba a la escuela fuera arrastrado por la corriente el lunes. La madre sobrevivió.

La investigación está todavía en curso y "continuaremos (...) hasta que lo encontremos", aseguró a medios locales Tony Cipolla, portavoz de los servicios del sheriff del condado de San Luis Obispo.

Según Los Angeles Times, el número de fallecidos por las tormentas incluye gente atrapada por las inundaciones en sus automóviles, residentes aplastados por caída de árboles, una pareja muerta por un deslizamiento de tierra y personas arrastradas por las olas.

California está experimentando actualmente "una avalancha interminable de ríos atmosféricos", que no se veía desde 2005, según los servicios meteorológicos.

Estos "ríos de cielo", que se forman gracias al vapor de agua de los trópicos y viajan para luego descargar trombas en la costa oeste de Estados Unidos, rara vez son tan frecuentes.

Si bien es difícil establecer un vínculo directo entre esta serie de tormentas y el cambio climático, los científicos explican a menudo que el calentamiento aumenta la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.

La tormenta de la semana pasada ya había dejado sin electricidad a decenas de miles de abonados y provocado tanto inundaciones como deslaves. Se produjo pocos días después de otro diluvio caído la víspera de Año Nuevo.

Sin embargo, paradójicamente, todas estas precipitaciones serán insuficientes para reponer las reservas de agua en California, y se necesitarían varios inviernos con precipitaciones por encima de lo normal para compensar la sequía de los últimos años, dicen los expertos.

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