espera aún más lluvia y nieve en los próximos días, aunque mucho menos de lo que experimentó el fin de semana con la última tormenta, que trajo récord de estos fenómenos atmosféricos, según reportó este lunes el Servicio Meteorológico Nacional.

Un sistema de baja presión, que cubre toda la costa oeste, traerá períodos de lluvia y nieve en las montañas, junto con ráfagas de viento en el área metropolitana de y la bahía de San Francisco en una serie de tormentas hasta el miércoles.

El pronóstico de esta semana advierte que podrían caer hasta 213 centímetros de nieve en la Sierra Nevada de

Las autoridades en el condado de Sacramento han pedido a los residentes que no viajen a las montañas.

La Oficina del Gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió a los californianos que tomen medidas para protegerse de la tormenta, que además de inundaciones puede ocasionar deslaves y derrumbes.

El Parque Yosemite se mantiene cerrado hasta el miércoles cuando evaluará si las condiciones permiten reabrir sus puertas.

David Gomberg, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional con sede en Oxnard (California), dijo al periódico Los Angeles Times que la nueva tormenta es “típica” del tiempo invernal de California en términos de cantidades de lluvia y nieve.

No obstante, advirtió que “debido a que todo está suelto y saturado” por la tormenta que acaba de pasar “se convierte en un problema mayor”.

El mayor impacto se cree que se dará por las nevadas en las montañas, donde las cuadrillas de trabajadores continúan despejando carreteras bloqueadas por la nieve, que dejó la última tormenta.

La semana pasada la nieve cayó incluso en la ciudad de Los Ángeles, donde no se registraba este fenómeno desde 1989.

La estación de esquí Mountain High, en Wrightwood (condado de San Bernardino), registró más de 228 centímetros de acumulación de nieve en la última tormenta, según el conteo final de acumulación del Servicio Meteorológico Nacional.

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