Nueva York, la única gran ciudad estadounidense que planea un retorno presencial a la escuela, aplazó este jueves por segunda vez la fecha del regreso físico a clases a raíz de inquietudes del sindicato de maestros.

Las clases presenciales del mayor distrito escolar de Estados Unidos, con 1,1 millones de alumnos, debían comenzar entre una y tres veces por semana inicialmente el 10 de septiembre, y luego el 21 de septiembre.

Pero ahora solo los niños en edad preescolar irán a sus escuelas en la fecha prevista, anunció el alcalde Bill de Blasio en conferencia de prensa.

Los alumnos de primaria comenzarán a ir físicamente a la escuela a partir del 29 de septiembre, y los estudiantes de secundaria desde el 1 de octubre.

El sindicato Federación Unida de Maestros (UFT) dijo en su cuenta Twitter que sus miembros encontraron "miles de problemas operacionales" en las escuelas y que la "enorme escasez de maestros" hubiera convertido la reapertura el 21 de septiembre en "un fiasco".

Algunas escuelas aún tienen problemas de ventilación en los salones o de conexión a internet. Una madre denunció esta semana que un pirata informático accedió a la clase en línea de su hijo y difundió imágenes pornográficas.

Sobre todo por miedo a que las escuelas no sean seguras y sus hijos se contagien de covid-19, un 42% de los padres han optado por una enseñanza totalmente a distancia para sus hijos, una cifra que creció 15% en las últimas dos semanas.

Los sindicatos afirman que no hay suficientes maestros para dar clases en línea a tantos niños.

Existen "preocupaciones reales", admitió De Blasio en conferencia de prensa, aunque insistió en que "nada reemplaza la enseñanza cara a cara".

El alcalde anunció que la ciudad contratará 2.500 maestros adicionales, además de los 2.000 nuevos maestros empleados esta semana.

"Este es un número que nos da lo que creemos necesario para comenzar", dijo.

Pero los sindicatos afirman que es necesario contratar a 10.000, por lo cual aún habría una escasez de 5.500 maestros.

Los educadores también han indicado que el gobierno municipal ha fracasado en rastrear los contactos de los pocos maestros que dieron positivo al virus, unas 60 personas de un total de 17.000.

Tras un acuerdo con el sindicato UFT, la ciudad hará tests de diagnóstico a entre 10% y 20% de los alumnos y personal de cada escuela una vez por mes, a partir de octubre.

Si la tasa de contagio en Nueva York supera el 3% -actualmente es inferior a 1%- las escuelas deberán cerrar.

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