La rapera Megan Thee Stallion, la reina del "hot girl summer", destelló en la alfombra roja de los premios Grammy el domingo, cuando las más grandes estrellas de la música emergieron de un año de encierro pandémico con sus mejores galas.

En los Emmy el año pasado y en los recientes Globos de Oro las alfombras rojas fueron apenas simbólicas, con solo unas pocas celebridades presentes y el resto conectándose desde sus hogares, a veces en ropa de casa o incluso en pijama. 

Pero la noche más importante de la música, usualmente vitrina de los looks más atrevidos, contó con un desfile de moda más tradicional, ya que muchos de los nombres más importantes de la industria debían presentarse en Los Ángeles como parte de la gala.

Megan, quien ganó el codiciado Grammy a Mejor artista nuevo y un segundo a Mejor interpretación de rap, lució un vestido sin tirantes de color naranja brillante de Dolce & Gabbana con una abertura alta en la pierna, un enorme lazo en la espalda y toneladas de brillantes.

una de las favoritas de esta entrega, vistió un Versace de tirantes finos que sostenían un ajustado corpiño de tela bordada con una mariposa en colores pastel, cortes a la altura de las caderas y una falda transparente.

La audaz confección se reveló más atrevida cuando, en el escenario, Dua Lipa se quitó una voluminosa capa fucsia para dejar a la vista un y tanga en la espalda.

La cantante y rapera Doja Cat rindió homenaje a uno de los looks más icónicos de los Grammy, el espectacular vestido de , con un traje de Roberto Cavalli de corpiño con aires de chaqueta motorizada abierto hasta el ombligo y una falda de plumas verdes.

Las hermanas de Haim se mostraron a juego con vestidos lavanda tornasolado de Prada en la alfombra roja, que luego cambiaron por negros y dorados básicos para su actuación sobre el escenario.

La rockera Phoebe Bridgers usó uno de sus ya característicos trajes de esqueleto, pero esta vez era un vestido de Thom Browne bordado con muchas lentejuelas, perlas y cristales.

La cantautora le dijo a E! Network que la creación de Thom Browne era, de hecho, la inspiración inicial de lo que se convirtió en su look, y señaló: "Lo pedí... básicamente lo robé". 

Por supuesto, no faltaron mascarillas de alta costura: Taylor Swift usó una con apliques de flores que cubrían su rostro y continuaban en su minivestido de Oscar de la Renta.

Naturalmente, los hombres de la música no se quedaron atrás.

El cantante británico Harry Styles, quien ganó su primer Grammy al recibir el trofeo a Mejor Interpretación pop solitario por "Watermelon Sugar", cantó su tema con una chaqueta de cuero, pantalones a juego y una gran boa verde, todo de Gucci.

En la alfombra roja y en el momento de aceptar el premio, Styles llevaba una chaqueta a cuadros amarilla y una boa violeta.

"Son los primeros Grammy de Harry, así que queríamos hacer algo que se sintiera un poco británico y excéntrico", dijo su modisto Harry Lambert a Vogue. 

El rapero DaBaby llegó a la alfombra roja con un salvaje traje estampado y un sobrero verde y rojo. Cuando se subió al escenario para interpretar "Rockstar", llevaba un traje blanco y guantes con tachuelas.

Y, finalmente, cuando se unió a Dua Lipa para cantar "Levitating", lució un traje rosa pálido que combinaba con el tono ensoñador del tema.

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