Empleados de Disney en Estados Unidos protestaron este martes para pedir que no se promulgue la polémica ley "Don't Say Gay" ("No digas gay"), aprobada ya en el Congreso de Florida, y de paso para reiterar sus críticas a la dirección de la empresa ante lo que califican de "apatía" a la hora de defender a la comunidad LGBTQ.

Los empleados de la compañía, con sedes en Florida y California, estaban llamados a salir a las calles hoy y, de acuerdo con algunos medios, en la ciudad floridana de Orlando grupos de trabajadores del gigante del entretenimiento se congregaron en el centro de la ciudad.

A esas concentraciones se sumaron decenas de mensajes en redes sociales en apoyo a los empleados de la firma y miembros del colectivo LGBTQ con publicaciones en las cuentas oficiales de empresas que forman parte del conglomerado de Disney, como National Geographic o el canal de deportes ESPN.

El foco de la protesta es el proyecto de ley que está a la espera de la firma del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, y que prohíbe a los maestros de niños de hasta tercer grado abordar la sexualidad e identidad de género en las escuelas.

"Si está protestando por este proyecto de ley, por definición se está poniendo a favor de inyectar instrucción sexual a niños de 5, 6 y 7 años", dijo hoy DeSantis durante una conferencia de prensa en el condado de Pasco, en el centro de Florida.

"Creo que la mayoría la gente piensa que eso está mal, creo que los padres especialmente piensan que eso está mal", agregó el republicano, quien ya ha mostrado su apoyo a la medida y criticó de paso que Disney haya caído en las "falsas narrativas" en torno a la iniciativa.

Agregó que espera rubricar "relativamente pronto" el proyecto de ley, oficialmente llamado "Derechos de los padres en la educación".

Días atrás, el presidente ejecutivo de la firma, Bob Chapek, anunció que Disney cancelaba sus cuantiosos, lo que incluye al propio gobernador, y que incrementaría sus fondos a favor de grupos que combatan medidas similares en otros estados.

El ejecutivo, quien había llamado a DeSantis para mostrarle su disconformidad con la ley, se disculpó con sus empleados a través de un correo electrónico por la forma como la compañía había gestionado la polémica por el proyecto de ley.

"Hablar y reunirme con ustedes, y leer sus mensajes me ha ayudado a comprender mejor lo doloroso que fue nuestro silencio", reconoció.

En una reunión de accionistas, Chapek dijo que se habían opuesto a la medida desde el principio pero habían preferido no emitir ninguna declaración pública.

NO ES SUFICIENTE 

Para los empleados de Disney que han manifestado su disconformidad con la posición y se han sumado a la jornada de protesta de hoy, lo anterior no ha sido suficiente.

"Queremos acción", dijo al diario USA Today Nicholas Maldonado, un trabajador de Disney en Orlando que reconoció que espera poder volver a sentirse "orgulloso" de formar parte de The Walt Disney Company.

En una declaración colgada en whereischapek.com, la web oficial de la marcha, los firmantes piden a la dirección de la compañía que corten del todo las donaciones a los legisladores floridanos que votaron a favor del proyecto de ley.

Quieren también que Disney deje de enviar a cientos de empleados desde su base en California hacia Florida, donde se asientan varios de sus parques temáticos.

"Esto se vuelve especialmente preocupante cuando se considera que TWDC (The Walt Disney World) exige que más empleados trabajen y vivan en Florida, lo que convierte a más miembros del reparto en objetivos de esta odiosa ley", enfatizan en la declaración.

El sindicato de empleados de Disney ha recordado que interrupciones como la que supone la marcha de hoy no están contempladas en ningún contrato y quienes se sumen lo harán bajo su propia responsabilidad.

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